Los pronósticos eran
pésimos. Se sabía que
había pocas perdices, conejos y liebres.
En los días previos al levantamiento de
la veda se habían recorrido los cotos y
la desesperanza era el primordial sentimiento
que albergaban los cazadores ante la nueva
campaña. Sin embargo, ha resultado
mejor de lo previsto. La gran mayoría
de cazadores ha acabado contenta con sus
perchas, aún persistiendo la escasez de
especies.
El campo no reúne las mejores
condiciones para que las especies
cinegéticas sobrevivan y se
reproduzcan con facilidad. Al contrario, se
encuentran muchas veces con un erial. Este es
el grave diagnóstico de los cazadores,
que año tras año ven
cómo se rompen sus ilusiones de hacer
buenas capturas y de disfrutar de una gran
jornada cinegética.
Con este desánimo iniciaron ayer
su primer día de caza general y los
resultados no fueron tan malos como
presagiaban. Además disfrutaron de un
día, meteorológicamente
hablando, extraordinario.
«El día ha sido excepcional.
Ni elegido podía haber resultado mejor
en cuanto al tiempo. Sobre la caza lo cierto es
que ha sido mejor de lo que muchos cazadores
pensaban, sobre todo, en el sur de la
provincia. En una campaña marcada por
la escasez se han conseguido buenas capturas
y curiosamente en los cotos de alrededor de la
capital han hecho el cupo», explica el
presidente de la Federaciónterritorial
de Caza, Santiago Iturmendi.
Por contra, en la zona norte de la
provincia se han visto muy pocos cazadores.
La gran mayoría ha acordado retrasar
el inicio de la campaña, ante la
considerable escasez de perdices.
Seteros
La primera jornada ha transcurrido sin
especiales incidencias. Lo más
respetable es el conflicto de intereses entre los
cazadores y los buscadores de setas. Estos
deben de ir con cuidado en el tiempo de caza y
aplicar el sentido común para evitar
percances desagradables, sobre todo, si se
está practicando caza mayor.
«Se indican los caminos; se
señalizan las zonas y se informa pero
hay muchos seteros y gente que va al monte
con bicicleta que no respetan las señales
y traspasan las cintas sin ningún
respeto. Deben ser más cautelosos
para evitar peligros», denuncia el
presidente Santiago Iturmendi.