Buscan iniciar la
reintroducción del lince para recuperar
la distribución histórica.
¿Cuántas reintroducciones se
han hecho?
Desde 2011 a 2014 se ha trabajado en
elegir los lugares de reintroducción
buscando información del tipo de
hábitat, es decir, que haya una alta
población de conejos y que cuente con
una superficie mínima de 10.000
ó 15.000 hectáreas, ya que lo
que se trata es que no haya solo una pareja de
linces sino una población. Las sueltas
en las áreas nuevas se
comenzó el año pasado.
Así, en el valle del Guadiana (Portugal)
se soltarán entre 2014 y 2015 diez
ejemplares; en el área de Hornachos-
Valle del Matache (Extremadura) se soltaron
ocho el año pasado y este año se
liberarán cuatro. Mientras en Castilla-
La Mancha, al sur de Ciudad Real, ya se han
soltado ocho, además de los tres que
se soltaron la semana pasada, más
otro que se liberará también
este año. Sin olvidar tampoco los doce
de Los Montes de Toledo.
En Ciudad Real han muerto tres de ocho
que se soltaron. ¿La pérdida de
este felino en la provincia entra dentro de la
media?
En junio de 2014 empezamos a soltar
linces en Castilla-La Mancha. No llevamos ni
un año, por lo que hablar ya de
resultados en esta región es
prematuro. Sí es verdad que ha habido
más bajas de la cuenta, y eso es lo
que nos debe hacer pensar que tenemos que
seguir trabajando con la participación
de todos, desde ganaderos y cazadores hasta
habitantes de las zonas en las que se realiza la
suelta y la sociedad en general, pues eso
bajará indudablemente el
número de muertes.
Entonces, ¿están
funcionando las reintroducciones?
Aún es prematuro. En
Andalucía, donde se lleva cinco
años con el programa, están
funcionando porque hay experiencia y una
población creada. En las nuevas de
Portugal, Extremadura y Castilla-La Mancha
comenzamos el año pasado y
aún es prematuro. Algunos linces han
muerto, y eso no se puede olvidar.
A pesar de que las zonas de
reintroducción presentan alta densidad
de conejos y que se intenta que estén
localizadas lo más lejos posibles de la
carretera, siguen muriendo linces. En 2014 ya
han fallecido 21 ejemplares atropellados.
¿Demuestra esto que algo falla?
Se seleccionan las mejores áreas,
pero los linces se mueven y pueden
encontrarse con la carretera y morir
atropellados. La mayoría de los casos
atropellados se han dado en Andalucía,
donde hay una población de
más de 300 linces ente Doñana,
Andújar y el área de
reintroducción. Problamente con la
escasez de conejos, debido a la nueva cepa de
enfermedad hemorrágica, los linces se
mueven más. Ahora tenemos puntos
negros en autovías en las que antes no
se producían atropellos. La
situación de los hábitat en la
península es compleja y la enfermedad
vírica de los conejos está
extinguida, excepto en algunos puntos de
Castilla-La Mancha, por lo que el resto
está prácticamente sin comida.
Encontrar zonas con un hábitat bien
conservado, que no tengan carreteras,
amenazas y una extensión de
más de 15.000 hectáreas con
conejo no es fácil. Tenemos que
acostumbrarnos a sobrevivir con cierto
número de cadáveres, pero eso
no justifica para nada el número del
año 2014 que es completamente
desorbitado.
¿Recurrir a la alimentación
suplementaria ante la falta de conejos es una
buena alternativa?
Soy totalmente contrario, porque eso
supondría mantener de manera
artificial poblaciones salvajes en el campo. Y
eso, no es nada razonable desde el punto de
vista de conservación.
De continuar el ritmo actual de muertes,
¿se pone en riesgo los programas de
conservación del felino más
amenazado del mundo?
No, lo único que nos debe hacer
pensar cuál es la problemática
e intentar solucionarla. Y esa solución
tiene que pasar por la participación
general de todo el mundo. En el caso de los
atropellos, no solo de los ministerios y las
consejerías sino también de la
Dirección General de Tráfico,
de Guardia Civil, de los conductores, etc.
Nosotros solo somos una mano
ejecutora.
¿La capacidad de
adaptación al medio de los linces
criados en cautividad es relativamente
sencillo?
La preparación de que esa suelta
va a ser viable comienza a los siete u ocho
meses, para ello se incide en que sepan cazar
conejos silvestres, que tengan relaciones
sociales entre ellos y que le teman al hombre,
es decir, que no acaben a las puertas de un
cortijo pidiendo comida porque eso
sería un lindo gatito. Todo ello ha
garantizado la liberación de unos 80 o
90 linces desde el año 2000 en
Andalucía, y tan solo una vez tuvimos
que recuperar uno porque no se adaptaba bien
a la libertad. Los atropellos, los lazos o los
disparos que han ocasionado la muerte no
significa la no adaptación al medio, ya
que la no adaptación es que no coma o
no cace.
¿La política
cinegética es perfectamente compatible
con la conservación del lince?
Nunca se ha limitado la caza, contemplada
de manera bien hecha. La caza no influye para
nada en la conservación del lince, pues
si queremos crear nuevas poblaciones de lince
debe ser con las actividades que se realicen en
la zona. Para el éxito de las
reintroducciones el apoyo social es
fundamental, pues con ello se
conseguiría eliminar la
colocación de artes ilegales. La gente
tiene que estar concienciada.
¿Cómo afronta el futuro de
la especie?
De manera positiva porque estamos
analizando todas las problemáticas de
manera detallada y tenemos un presupuesto
importante, por lo que cuando el proyecto
acabe en 2018, el resultado será
positivo.
Un estudio advierte de que el lince
ibérico se extinguirá en los
próximos 50 años si la
política de conservación no
tiene en cuenta los efectos del cambio
climático. ¿Está en lo
cierto?
No termino de verlo. No cabe duda que el
lince es una marca y mucha gente se pone
debajo de esa sombra para salir al estrellato.
El cambio de climático, entre otras
cosas, no se sabe la repercusión que
tendrá a ningún nivel, pero por
otro lado, el lince ibérico es una
especie típica del monte
mediterráneo y su presa, el conejo,
también lo es. Es decir, el monte
mediterráneo es una zona donde el
clima es bien seco y árido. Nunca ha
habido lince ibérico en Asturias ni en
picos de Europa, por lo que no veo que el
cambio climático tenga influencia en
este caso.