Estamos de lleno en temporada de caza 2010, ya que todas las autonomías del Estado están abiertas, tanto para la caza mayor como para la caza menor, y no puede decirse que los resultados, de momento sean demasiado positivos.
Las noticias que vamos recogiendo a lo largo de los días no dejan dudas sobre lo extraño de la temporada, ya que no sabemos de ninguna campaña que haya tenido una temporada palomera digna de mención.
Muchos amigos que se han pasado estos últimos días, – desde el día de El Pilar- en el monte esperando a las torcaces, sin que los resultados hayan sido ni siquiera regulares hasta ahora.
Vamos a ver si las miles de palomas avistadas desde París la semana pasada hacen su aparición por nuestra zona, ya que según nos contaron, en los montes de Las Landas había muchas estabuladas y algún día tendrían que volar hacia el sur, entrando, con suerte, en nuestros puestos.
En cuanto a malvices (zorzales), más de lo mismo. Nadie sabe por qué, ni le encontramos una explicación lógica. Los resultados de los años sesenta nos parecen verdaderas hazañas de caza si los comparamos con los de hoy día. Por no pasar no pasan ni calandrias. Y de los pájaros, más de lo mismo: ni entran jilgueros, ni tarines, ni pinzanas, ni especies que hace años abundaban.
Esto es lo que hay. Alguna autoridad europea tendría que tomar cartas en el asunto para intentar dar con la solución al problema, que nos afecta a todos.
Sin éxito en Navarra
En cuanto al tema de caza autóctona de la península, pues más de lo mismo. La última apertura de caza, la de Navarra el pasado fin de semana, no ha dado más perdices, conejos y liebres que las anteriores, así que algo tendremos que hacer para recuperar la fauna cinegética perdida.
En este tema de la caza autóctona la regulación de los productos químicos empleados en la agricultura es fundamental, y existen suficientes expertos en el Estado para encontrar soluciones al problema.
La cuestión es querer.
La pesca se anima
Después de una larga temporada con pocas y pequeñas capturas, llega el mal tiempo y la mar fuerte, y la pesca se anima.
Estos días en las calas habituales de nuestra costa se están consiguiendo algunos peces de buen tamaño. Lo mismo muxarra (sargos), en las zonas rocosas pescando a corcho, que algunas lubinas en las playas con olas, sobre todo pescando de noche.
En las zonas querenciosas del río Urumea en San Sebastián se ven algunas buenas doradas y a más de un pescador le han dado un susto, pues son ejemplares muy grandes y con dentadura poderosa.
Así que ya lo saben, buenos cebos, aparejos sólidos y a meter horas.
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