El Gobierno de Navarra tiene la intención de crear un ente con Francia para elaborar un plan de sostenibilidad de la becada. Pero la formación de este órgano no sólo nace del territorio foral, sino de un estudio interautonómico del animal, cuyos resultados se comunicaron a los cazadores el pasado jueves.
En éste han participado nueve comunidades autónomas: Galicia, Cantabria, Castilla y León, Navarra, Aragón, Cataluña, con financiación continúa; y Valencia y Madrid, con temporal.
Las primeras han colaborado, en los casi cuatro años que ha costado desarrollarse el trabajo, con 12.000 euros anuales. A partir de ahora, el presupuesto por año estimado de cada administración es de 9.000 euros.
«No tiene sentido llegar a un acuerdo de sostenibilidad de la becada entre las comunidades que hemos realizado el proyecto, porque el ave abarca un territorio mucho más amplio. Por ello, se está gestionando una organización franco ibérica, de la que saldrá una comisión técnica general», explicó Enrique Castién Arriazu, jefe de negociado de Gestión Cinegética del Gobierno de Navarra.
El presidente de la Asociación de Becaderos de Navarra (ABN), David Lizaso, opinó que la orientación del plan -que se desprenderá del estudio presentado- será recortar el tiempo de caza en la Comunidad foral. «Los de Francia van a cazar bien y nosotros somos los tontos de Europa. Aquí, los únicos que cerramos somos nosotros», señaló. A esto, Castién respondió que esa no era la posición del Gobierno. «Ahora, estamos en la peor situación posible. En Navarra se caza lo que los franceses nos dejan. Tendremos que llegar a acuerdos voluntarios y, para ello, hará falta unanimidad en el camino de ida. Lo que no podemos hacer es quedarnos de brazos cruzados».
El estudio, elaborado por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) por mediación de Beatriz Arroyo y José Luis Guzmán, concluyó que «existe una correlación negativa entre los porcentajes de recuperación en Francia y España de las aves anilladas en suelo galo durante los meses de migración, lo que puede indicar un impacto negativo de la presión cinegética en Francia de las poblaciones en España».
El vocal de la Asociación de Cazadores Navarros (Adecana), Carlos Irujo, está de acuerdo en que la gestión de la becada debe ser global. «No puede ser que en Francia se cacen más de un millón de becadas. Y en Navarra no se abusa en comparación con otros sitios. Además, explicó cuál cree que será el enfoque al que se va a orientar el proyecto. «Estará encaminado a que se cace un límite de ejemplares al año y que cada cazador tenga una tarjeta con este; porque el sistema de cupos no funciona», añadió.
«La caza afecta a la población»
No obstante, el estudio detalló muchos otros aspectos sobre la becada. Uno de ellos es que el impacto de la caza afecta a la afluencia poblacional del año siguiente. Además, el científico José Luis Guzmán afirmó que «cuantos más días se caza a la semana, menos población cinegética hay».
En esta línea, otra de las conclusiones extraídas de los datos con los que ha trabajado el estudio es que «el impacto de la caza es mayor en años de baja densidad». Respecto al flujo poblacional de la becada en España, se dedujo del estudio que había oscilaciones interanuales, pero que estas no tenían una tendencia definida al alza o a la baja. No obstante, la población ibérica durante el invierno es «residual» y se sitúa en torno al cinco por ciento.
La becada cruza los Pirineos entre finales de octubre y comienzos de diciembre para invernar en los territorios del sur, donde el clima es más favorable que en el norte de Europa. Es la llamada migración postnupcial. «Noviembre es el mes con más capturas, con el cuarenta por ciento», comentó Guzmán.
No obstante, la prenupcial comienza en marzo para acabar en mayo en sus poblaciones originarias. Estas se sitúan en el entorno del Báltico, según el estudio. La mayoría de las recuperaciones de becadas anilladas eran naturales de Suecia y también había una notable presencia de las que eran originarias de Rusia.
De cualquier forma, estos sólo son los resultados del estudio científico. Para trabajar con los datos, el Gobierno de Navarra ha emplazado a los cazadores a participar en el proyecto.