La caza, tanto mayor como menor, no está pasando por su mejor momento. Y es que a la fuerte presión social existente en la actualidad, que pretende hacer responsables a los cotos privados de muchos accidentes de tráfico y de los males en cultivos, hay que sumar también el nuevo proyecto de reglamento que se está estudiando en el Congreso de los Diputados, y que prevé ilegalizar alrededor de 200.000 armas.
«Lo tenemos todo en contra. Cada día es más difícil ser cazador y si sale adelante este proyecto se perderán miles de empleos», advertía ayer el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, preocupado también por la pérdida de licencias ante la falta de relevo generacional «por la ‘cultura de Bambi’ y animadversión hacia todo lo que rodea a la caza en los colegios, donde se ve como algo malo, así como por el encarecimiento de esta practica».
Para hacer frente a esta situación, la Junta de Castilla y León firmaba un convenio de colaboración con la Federación Regional de Caza, por el que destinará más de 300.000 euros para promocionar el sector cinegético y las buenas prácticas medioambientales, y conseguir que la caza sea un generador de empleo y un foco de atraccción turística en toda Castilla y León. Se han editado dos mil ejemplares de un libro y se ha insertado en la web de la Junta una vesrión on line de esta publicación con la finalidad de divulgar las bondades de esta actividad y que todo el mundo tenga acceso.
El objetivo es sensibilizar y formar a los cazadores en la adopción de medidas que permitan conservar y aumentar si cabe la población cinegética de la Comunidad y mejorar la oferta que el sector realiza sobre los cazadores regionales y nacionales. «Queremos que los cazadores sean tambien gestores cinegéticos, respetn los cultivos, fomenten su educación y formación y difundan la deportividad de la caza y las normas que la regulan», destacaba la vicepresidenta y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, tras apuntar que la caza es una actividad vital para el desarrollo rural sostenible de la Región, y que la Junta siempre apoyará al sector.
Más batidas de lobos
Por otra parte, Iturmendi pedía medidas más eficaces para que se cumplan los cupos establecidos para la caza del lobo, que se realicen más batidas y haya más autorizaciones. Actualmente, se permite la caza de 140 ejemplares al año y en 2010 se abatieron medio centenar. «Los sectores anticaza están fomentado que no cazamos porque no hay lobos y es mentira», denunciaba tras insistir en que la población de lobos está creciendo, y que lo que hay que hacer es «ser más valientes en este tema y actuar».