«Por lo que vale un cubalibre compran aceite para comer un mes»: la aplaudida reflexión de un jornalero jienense
Más de 1.200 personas han compartido esta publicación, que lamenta la crudeza del campo y reivindica precios justos.
Raúl Israel López Zafra, de Alcalá la Real, realizó hace unos días una publicación en Facebook en el marco de las protestas de los agricultores. El resultado: más de 1.200 veces compartida y decenas de comentarios en ella. He aquí el texto completo:
«Y por fin mi tierra volvió a temblar al grito del pueblo andaluz, el pueblo humilde de jornaleros, que de sol a sol dan de comer gloria, a esta España de mi corazón. ¿El por qué de una huelga tan abrumadora? Salieron a las carreteras exigiendo un mínimo y dignidad ¡después de décadas callando! el campo se asfixia, no pueden mas… No exigen subidas absurdas en nóminas de cuatro ceros, ni tampoco reivindican utopías ofendiendo al lindero. Aún así, a palos los corrieron… es lo que tiene ser pobre y conformista… las cosas de mi España clasista.
Pues bien, a grandes males, grandes soluciones se suele decir. Si molestan en las carreteras, ¡pues a la ciudad han de ir! Porque mientras ustedes se estresan por el colapso un día… ellos pierden el pan de todo el año y la salud por darnos de comer todos los días. Cortad lo que os dé la gana y más, ¡reivindicad un precio justo! Que de vuestras agrietadas manos ya no pueden comer tantos parásitos sobrealimentados.
Perdónenme si me sobreexcito, pero durante muchos años viví yo este abuso elevado al infinito. Son mis raíces de jornalero, de agricultor… y sí, señores, muy orgulloso de esos inicios por los campos jaeneros. Solo piden un poco de apoyo y comprensión, aunque sea desde sus confortables escritorios… lean con atención las maravillas de trabajar en el campo, y si compensa que se aprovechen de su esfuerzo, o no.
Los olivares se plantan de sol a sol, se podan para darle forma y la leña sobrante, se quema a mano en grandes hogueras a 40º grados primaverales…o se pica con el tractor, con suerte solo serán un par de palos o tres los que al atrancarse la máquina salgan disparados y te den la hostia de Dios… Antes de recolectar las pequeñas varetas del tronco hay que volver a quitar… Siete horas agachado con el espinazo doblado, bendito sol de septiembre cuando se alarga el verano. De las curas y aplicaciones de fertilizadas mejor ni hablamos…
Por fin llega el otoño y el invierno, con su fresquito y sus nublados, todos contento a la aceituna, son las 8 horas de la mañana y tenemos -2º grados. Corre que te corre, unos tirando de los mantos cargados de aceituna y otros las tiran a palos, no se crean que los tractores lo hacen todo, para aguantarlo todo ya estamos los humanos, si no sale el sol en todo el día, siete horas después, aun nos empapa la escarcha con la que amanecía.
No vengan a darme lecciones de mercado si no saben ustedes lo que es rebuscar un saco de aceitunas a mano… toda una mañana de rodillas tirado, ¡para ganar 15 euros! Si amanece gracioso el directivo de turno que monopoliza el mercado… ¡¡¡el producto en origen no es valorado!!!
Hablo de lo que yo desde los 14 años he experimentado, también les invito a visitar a nuestros almerienses y onubenses hermanos, horas y horas bajo plásticos asfixiados, o visitar la campiña cordobesa en verano, que maravilla segar el trigo a 40º grados.
Que todos tenemos derecho a comer esta claro, pero no se aprovechen de los pobres agricultores y sus agrietadas manos. Reflexionen a la hora de beber, que por lo que vale un cubalibre de media hora, compran aceite para comer un mes. Y recuerde que de lo que paga usted, al campo apenas le llega una décima parte, y apenas da para comer».
Fuente. ideal.es