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Premoño, convertido en campo de rastreo

Padres, hermanos, amigos…
muchos son los que se ayer por la
mañana se reunieron en el prao de las
fiestas de Santa Ana de Premoño para
participar en la quinta edición del
campeonato de perros de rastreo modalidad
jabalí ???Memorial Alfredo
Coto???, que lleva este homenaje por el
que fuera uno de los miembros de la
comisión de festejos.

«Esta prueba está siempre
completa», explicó con orgullo Vanessa
Díaz, miembro de la comisión
de fiestas. «Hay mucha gente que repite»,
añadió. El número de
clasificados este año llegó a
setenta y nueve. 

 

Los hermanos Gutiérrez llegaron
desde Herrera de Ibio (Cantabria) para
competir otro año más en esta
prueba, en la que se analiza la actitud del
perro, la de su dueño o el modo en el
que el can rastrea. Estos hermanos acuden a
casi todos los concursos, pero sienten cierta
predilección por el organizado en
Premoño. «Esta prueba está muy
bien organizada», explica Luis
Gutiérrez, dos veces campeón
de España, que compitió con su
perro «Kike». «La caza siempre se ha visto
como algo normal en nuestra casa, la hemos
mamado desde siempre», añade. 

 

El terreno utilizado para la
competición estaba dividido en cuatro
campos. Su hermano Raúl
compitió en otro campo,
acompañado de su otro hermano,
Marcelo Gutiérrez, concursando con
«Pinto». Era la primera vez que lo hacía
con «Pinto», pero se veían bien
preparados para superar la séptima
posición en la que quedó el
año pasado. «Tengo muy buena
relación con mi perro»,
comentó Raúl Gutiérrez.
«Tenemos pique entre los tres hermanos, pero
considero que me va a ir muy bien en la
prueba», apuntaba mientras guardaba a «Pinto»
para que descansara antes de que se iniciara la
prueba. 

 

Pelayo Díaz llegó desde
Laviana para competir con «Diva». Ha
concursado en la prueba desde que se
inició, y es el actual campeón
de Asturias, pero con otro perro de rastreo,
«Pibe». «Siempre obtenemos buenos resultados
en estas pruebas, veremos qué pasa
hoy (por ayer)», explicó el
lavianés. 

 

Ninguno de ellos tuvo la suerte necesaria
para lograr el premio, quinientos euros y diez
sacos de pienso para perros, que fue a parar a
manos del asturiano Iker Ortega y su perro
«Zeus», aunque Ortega tenía
más posibilidades que el resto de los
competidores que llegaron a la fase final del
torneo, ya que competía
también con otro can, «Pumuki», que
finalmente quedó noveno. 

 

 

El ganador de la categoría «junior»
fue Álvaro Pérez, con su perro
«Bolt»; y en la categoría de los
competidores locales, Ignacio Poladura y
«Jasp» fueron los vencedores.

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