El abandono de perros de caza es un problema extendido a la CAV y Navarra, donde los Setter se llevan la peor parte. Mariano Macho, integrante de la asociación de ayuda animal ASAAM-Vizcaya constata que «más del 80% de las actuaciones son para recuperar a perros de caza, y los Setter representan el 70% de los perros de raza abandonados».
A pesar de que en las perreras del sur de España se tiene un mejor concepto de los cazadores del norte, «en la zona de la Merindad, en Burgos, temen a los cazadores vizcaínos porque en épocas de caza se dan abandonos en masa», lamenta Mariano.
El último caso más espeluznante «lo vivimos en el humedal de Bolue, en Getxo, donde nos alertaron sobre un perro moribundo. Lo habían tratado de empalar con un alambre grueso, y tras huir, el pobre perro intentó sacárselo arrastrándose por los suelos. Lo encontramos exhausto y con la piel en carne viva» recuerda indignado.
Los Setter no son la única raza damnificada por los amos más crueles. En una de las últimas actuaciones de ASAAM, «recogimos a un Foxterrier con el cuerpo lleno de perdigones y un corte en el cuello para extirparle el chip. No pudimos salvarlo. También los Teckel son muy apreciados para la caza de jabalíes, pero al tener el lomo bajo suelen tener problemas de columna. En cuanto hay un gasto de una operación a la vista se deshacen de ellos».
Ayudas y obstáculos
Internet se ha convertido en un aliado para los distintos refugios y asociaciones que luchan a diario para conseguir adopciones y minimizar abandonos. Nacen formas de ayuda novedosas, como las adopciones provisionales de perros que están a punto de ser ejecutados en perreras superpobladas hasta que se les encuentra un hogar definitivo. También las cadenas humanas creadas a través de redes sociales han cobrado vital importancia para la difusión de abusos y peticiones de ayuda.
Sin embargo la red es también el trampolín para la venta y mercadeo descontrolado de animales, que se ofertan en diversas plataformas. No es difícil toparse con anuncios como «regalo setter sin probar» o «su dueño los entrega porque no le cazan», frases que corroboran las prácticas habituales padecidas por esta raza.