Sentencia para un furtivo de elefantes en Congo: 30 años de cárcel
Hasta la fecha, el furtivismo en el congo era únicamente penado con un máximo de cinco años en prisión
Mobanza Mobembo Gerard, apodado «el carnicero de Nouabale Ndoki», ha sido condenado a 30 años de prisión en la República del Congo por furtivismo de elefantes, tráfico de marfil, intento de asesinato de un guarda forestal, posesión de armas militares y otros delitos.
Se trata de la condena más alta dictada contra un furtivo en el país, cuando la sentencia más dura hasta la fecha había sido de cinco años en prisión, pues normalmente este tipo de casos suelen terminar en un tribunal civil.
Gerard, de 35 años y originario de la República del Congo, podría ser responsable de la matanza de hasta 500 elefantes desde 2008 en las múltiples expediciones de furtivismo que ha perpetrado en el país, según sostiene la ONG internacional Wildlife Conservation Society.
Una cacería humana
El proceso de detención de este furtivo se inició en 2018 tras un tiroteo entre Gerard y sus hombres y los guardas forestales del Parque Nacional de Nouabalé-Ndoki, en la República del Congo, que es un refugio de elefantes y está protegido por la UNESCO.
En 1980, había más de un millón de elefantes en África; ahora, su población apenas alcanza los 300.000 ejemplares
En ese enfrentamiento, en el que varios guardas resultaron heridos, tres de los hombres de Gerard fueron capturados y ayudaron a las autoridades a conocer el paradero del furtivo, que fue detenido en mayo de 2018.
Gerard, no obstante, logró escapar un mes después, justo antes de la celebración de su juicio, aunque volvió a ser detenido en julio del año pasado
«La sentencia es la culminación de más de tres años de trabajo de la Unidad de Delitos contra la Vida Silvestre y el Departamento de Lucha contra el furtivismo en el Parque Nacional Nouabalé-Ndoki», ha declarado Wildlife Conservation Society a través de un comunicado citado por LAD Bible.
Mensaje a otros furtivos
Esta organización ha elogiado a la República del Congo por aplicar una pena tan dura y espera que esto envíe un mensaje disuasorio a otros furtivos que, hasta la fecha, podían enfrentarse a solo una pena máxima de cinco años de cárcel.
En 1980, había más de un millón de elefantes en África: ahora, su población apenas alcanza los 300.000 ejemplares. Además de por el marfil de sus colmillos, se les persigue cada vez más al entrar en contacto con poblaciones humanos en expansión.
Fuente. elconfidencial.com