Un cazador cordobés, Ramón Márquez Quesada, abatía el pasado domingo un corzo excepcional en la riega de La Obra, un territorio poblado de eucalipto, pino y pradería, en el lote cinegético de Moru.
El cérvido apiolado presentaba 14 puntas y se trata de uno de los mejores ejemplares cobrados a lo largo de la historia en la cornisa cantábrica. Eso se sabrá una vez que la Junta de Homologación de Trofeos de a conocer la puntuación después de analizar diferentes pesos y medidas de la cuerna. La noticia la daba a conocer ayer Víctor Caravia, presidente del coto de Ribadesella, quien quiso destacar «el gran mérito de nuestro guarda, Carlos Callejón, porque el lance final llevado a cabo por el cazador carece de sentido si no se tienen en cuenta las muchas horas de trabajo y dedicación del guarda». El cazador había pagado 800 euros por el permiso.