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Un jabalí, de paseo por el barrio

Nadie daba crédito a lo que estaba viendo. Un jabalí se paseó durante la mañana de ayer por las calles del Barrio Covadonga ante la atónita mirada de decenas de vecinos. El cerdo salvaje, que fue anestesiado para poder capturarlo, terminó siendo sacrificado en el Mercado de Ganados al continuar con sus acometidas.

En torno a las doce del mediodía, la Policía Local se puso en contacto con los servicios veterinarios del Ayuntamiento de Torrelavega, que fueron los que coordinaron la captura. ??sta no resultó fácil, pese al numeroso operativo que se desplazó al lugar, incluida la grúa encargada de la retirada de vehículos de la vía pública.

El jabalí, una hembra de unos 60 kilos, merodeó por las inmediaciones del centro de salud y terminó siendo acorralado en una finca colindante destinada a huertas. Aunque la situación parecía controlada, la ‘caza’ del animal tuvo sus complicaciones y duró más de una hora. Lo intentaron con un lazo y una red, pero, al final, tuvieron que recurrir a lanzar dardos anestésicos con una cerbatana.

Los tranquilizantes fueron el único remedio. Cada vez que sus captores se aproximaban, el jabalí echaba a correr abriéndose paso entre las vallas que delimitan las huertas. Mientras los encargados del operativo sopesaban las distintas alternativas, él iba a lo suyo. Husmeaba y retozaba entre lechugas, tomates, puerros… ante la curiosa mirada de numerosos e improvisados espectadores.

Sin dueño reconocido

Todo el mundo se preguntaba de quién era el animal, una pregunta que no encontró respuesta. Uno de los vecinos que más colaboró en la captura reconoció que él tenía jabalíes en semicautividad en una finca no muy lejana, pero, a renglón seguido, dejó claro que éste no era suyo. Lo cierto es que el animal demostró ser semisalvaje por su conducta y la presencia de un aro en el hocico (se les coloca a algunos cerdos domésticos para que no escarben en la tierra).

Tras ser atrapado en una de las huertas, fue introducido en un remolque para perros de caza y trasladado al Mercado Nacional de Ganados. Allí acabaron con su vida porque ni siquiera la anestesia fue capaz de calmarle. Aunque no es frecuente la presencia de cerdos salvajes en el Barrio Covadonga, sí lo es al otro lado del río Besaya, en el parque de La Viesca, especialmente por la noche cuando bajan a comer (avellanas, bellotas…).

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Redacción periódico digital Desveda #caza #pesca #tirodeportivo #rural #naturaleza

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