La muerte por el ataque de un oso de Andrea Papi, un joven corredor de montaña de 26 años que el miércoles salió a recorrer una ruta de senderismo en el noreste de Italia, en la región de Trentino, ha conmocionado a los vecinos del pueblo de Caldes, que han solicitado la identificación y el sacrificio del animal.
Tras la alerta lanzada por su familia, preocupada al no verle regresar, se movilizó a los socorristas que lograron encontrar su cuerpo en un barranco durante la pasada madrugada del jueves. Fue hallado con profundas heridas en el cuello, los brazos y el estómago, que evidenciaban ser causadas por un animal carnívoro.
Ahora los expertos realizarán análisis de ADN en el cuerpo del joven para tratar de identificar al tipo de oso que realizó el ataque. Según detallaron, el muchacho habría tratado de defenderse utilizando sus bastones de senderismo, según recoge el informe de la autopsia.
En marzo un hombre ya había sufrido el ataque de un oso en una zona próxima, lo que desató el debate sobre la peligrosidad de estos animales que actualmente son numerosos en la región. Entre 1996 y 2004 se desarrolló un proyecto de reinserción de osos en la provincia de Trento, ‘Life Ursus’.
Hace dos años se llegaron a contabilizar 69 ejemplares en este punto. En toda Italia se calcula que el número de plantígrados puede rondar entre los 120 y los 200, si bien el de ahora es el primer incidente fatal que se registra.
La propia ONG ambientalista WWF consideró que el oso responsable de la muerte del joven debería ser eliminado para atajar el riesgo de otros sucesos similares, e incluso para «mejorar la aceptación de la especie por parte de la población».
Fuente. EL CORREO