La temporada cinegética ya agoniza. La mayoría de cotos del Principado darán por concluida la campaña a finales de mes. Un curso en el que se están rompiendo la mayoría de récords de piezas abatidas en la gran mayoría de cotos regionales.
El buen tiempo que ha imperado en la región durante la temporada unido la enorme capacidad de reproducción de las especies cinegéticas ha sido el gran detonante de este incremente de ejemplares capturados en los montes astures.
Pese a que todavía se permite la caza mayor durante el mes de febrero en la gran mayoría de cotos asturianos se dará por concluida la temporada el fin de semana del 29 y 30 de este mismo mes. Los cazadores prefieren ahorrarse varias monterías para de este modo permitir que los jabalíes puedan reproducirse con total normalidad. A estas alturas del año ya se ven la hembras paridas y son muy altas las probabilidades de que se puedan abatir hembras «preñadas» o bien a «gochacos» que en un futuro podrían ser piezas de mayor tamaño. Bajo este postulado la gran mayoría de sociedades han decidido dar por concluida la campaña cinegética en el mes de enero aunque sí es cierto que en algunos cotos se seguirá cazando durante todo el mes.
La temporada que concluirá el próximo fin de semana es, quizás, la más productiva de las últimas. El buen tiempo que ha imperado en la región durante la misma ha facilitado mucho el trabajo a los cazadores, monteros y perros quienes apenas ha tenido que suspender monterías por la nieve o por la lluvia, algo que ocurrió el pasado curso en muchas ocasiones.
Otros de los puntos que los cazadores asturianos creen clave en los buenos números que han presentado hasta la fecha es el hecho de la óptima reproducción de las especies cinegéticas. José Antonio Martínez, del coto de Mieres, reconoce que «cada vez se ven más piezas y esto viene motivado por el hecho que cada vez se reproducen mejor lo que hace que las opciones de caza sean mucho mayores». Para este avezado cazador «la temporada, a falta de unas quince cacerías, ya es mucho mejor que la pasada y bajo mi opinión es debido a este incremento del número de jabalíes que hay en nuestros montes».
En el coto de Mieres se ha capturado un total de 203 jabalíes. El pasado curso se mataron 181 piezas. De este modo a falta de quince monterías se han matado 22 suidos más que el pasado curso. «Esto no ha sido gracias al buen tiempo porque realmente en Mieres el año pasado se suspendieron cuatro cacerías sino a que cada vez hay más piezas en el monte».
Este incremento de la caza no sólo ha sido algo del centro de la región. En el occidente asturiano también han apreciado un aumento de piezas en sus montes. Mario Méndez Valledor, secretario del coto de Villayón, destaca que «la temporada se la puede calificar de muy buena, hemos superado el volumen de piezas abatidas respecto al pasado año y esto viene motivado al gran número de jabalíes que se ven en los montes y que, por su puesto, el buen tiempo ha acompañado».
En Villayón acumulan 107 piezas de jabalí matadas. El reparto por cuadrillas deja a los del equipo de Ponticiella con 62 piezas abatidas en cabeza y a bastante distancia del segundo clasificado. Son los de Lendelforno que acumulan 19 suidos capturados. Luego los de Arbón con diez y finalmente 16 piezas se «cobraron» partidas de fuera del acotado. Unos números «muy buenos cuando nos restan dos cacerías para concluir la temporada»
Sigue el malestar. Cuando la temporada está a punto de concluir se acercan unas fechas claves para el futuro de la caza en Asturias. Muchas sociedades cinegéticas debe renovar sus cotos y ante el malestar que se viven entre los cazadores con la administración son muchas las que se plantean no hacer uso de esta renovación. Los cazadores no comparten los contenidos del nuevo reglamento de armas, demasiado restrictivo por la prohibición de armas semiautomáticas.
Además creen que el Principado se desentienden «por completo» de los problemas que genera mantener activas las reservas cinegéticas. Los elevados gastos de mantenimiento de los cotos y los seguros para hacer frente a los daños que generan los animales están asfixiando económicamente a estas asociaciones. Los cotos esperan una respuesta por parte de la administración sobre este tema antes de tomar una decisión.