Una pelea entre linces en la
época de celo podría ser la
causa de la muerte de Kivu, el último
de los cuatro ejemplares que apareció
muerto en Ciudad Real de los ocho que fueron
reintroducidos el pasado verano.
Juan Antonio Aviño Pascual, el
propietario de la Finca Navarredonda, ubicada
en el término municipal de Almuradiel,
donde el pasado julio se liberaron dos linces,
Kiowa y Kaplán, aseguró a La
Tribuna que Kivu, liberado en Castellar de
Santiago, se desplazó hasta la zona
con la finalidad de cubrir a la hembra (Kiowa),
actualmente en celo. Una pelea entre los
machos habría sido la causa de la
muerte de Kivu, cuyos restos fueron
encontrados este miércoles antes de
ser trasladados al Centro de
Recuperación del Chaparrillo, donde
está previsto que se le practique la
necropsia.
Aviño aseguró que la
explotación donde ocurrieron los hechos
está totalmente vallada y que la
«intervención humana no fue la
causa del fallecimiento del lince», por lo
que el ataque por otro ejemplar de su especie
pudo ser la causa más probable del
fallecimiento. «Kivu vino a ver si
podía cubrir a la hembra, pero
Kaplán, nuestro macho, es muy grande
y en la pelea machacó a Kivu».
Kiowa «está preciosa» y
Kaplán «muy grande, puede
llegar a alcanzar los diez kilos de peso».
El propietario de la finca explicó que se
les ha visto «juguetear juntos»
por la zona, por lo que «sería
una gran alegría que criaran »,
aunque «es difícil, porque suelen
hacerlo a los tres años y Kiowa tiene
dos», comentó
entusiasmado.
Navarredonda es una explotación
de unas 1.400 hectáreas totalmente
vallada, y donde la «caza está
prohibida». Antes, recordó, se
practicaba la caza mayor y menor, pero ahora
«sólo se caza la perdiz a
reclamo». Según Aviño,
dispone de un gran número de conejos,
tres o cuatro pantanos y entre 40 y 50
bebederos. Reclamos que hacen que la finca
«fuera una de las elegidas» para
la reintroducción de los linces que
«se encuentran en su mejor
hábitat».