El lobo (Canis lupus) es una
especie de mamífero placentario del
orden de los carnívoros. Los lobos, que
fueron antaño abundantes, en la
actualidad por diversas razones relacionadas
con el hombre, como la amenaza que
representan para el ganado o el deporte
cinegético, habitan en una muy
limitada porción del que antes fue su
territorio.
En cumplimiento del Plan de
Conservación y Gestión del
Lobo (Decreto 28/2008, de 3 de abril), que fija
la realización de un censo de la especie
cada diez años para diagnosticar la
evolución y tendencia de la
población en la Comunidad, la Junta
emprendió esta tarea hace dos
años.
Así, entre 2012 y 2013 se ha
trabajado en un nuevo censo regional cuyos
resultados se integrarán en el censo
nacional del lobo que realizan las Comunidades
Autónomas con la coordinación
del Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente. El
primer año se analizó el
área situada al sur del Duero y todas
las reservas regionales de caza y, en 2013, se
repitió la prospección en las
zonas de la línea del Duero y se
censó toda la superficie al norte de
éste, incluidas las reservas.
En el censo se han inventariado las
manadas, es decir, grupos familiares con
capacidad reproductora, sin incluir a los
ejemplares dispersantes o individuos
satélites, como se conoce a los lobos
que se separan para hacer su propia
manada.
La jefa de la Sección de Vida
Silvestre de Delegación Territorial de la
Junta, Esperanza García, explica que se
han registrado los lobos por manada en el
momento óptimo, es decir, cuando
acaban de nacer y todavía no se ha
iniciado la temporada de caza. «Se ha
estimado que una manada tipo entre los
meses de mayo y julio tiene en torno a nueve
ejemplares», señala.
El nuevo censo estima 179 manadas de
lobos en Castilla y León -lo que
representa el 60% de la población de
lobos de Europa Occidental-, 29 de ellas en la
provincia de Palencia. Aunque es imposible
cuantificarlos de forma individual, con la
media de nueve individuos por manada se
estima que la población de lobos en la
provincia palentina está en torno a los
260 ejemplares.
«Esta cifra supone el 20%
más de los censados hace una
década en la provincia, lo que indica
que el lobo atraviesa en líneas
generales una situación favorable en
cuanto a su estado de
conservación», apunta Ana
Rodríguez, técnico de Caza y
Pesca de la Delegación
Territorial.
Para Esperanza García, se trata de
una población «más que
aceptable» y que vive una
«situación favorable». En
este sentido, recuerda la mala época
que el lobo vivió en la década
de los 60, cuando se le consideraba
«una alimaña». Por el
contrario, ahora «socialmente su imagen
está cambiando», ya no se le
considera como un «enemigo», ni
por parte de los cazadores que muchas veces
no disparan a los ejemplares, ni por los
ganaderos que disponen de medios para paliar
las pérdidas.
La Junta de Castilla y León
contempla realizar censos regionales globales
de la especie cada diez años, si bien se
actualizará cada cinco el recuento de
manadas al norte del Duero -de cara a
planificar la caza del lobo-, y se
realizarán seguimientos poblacionales
con una periodicidad no inferior a cinco
años al sur del Duero, especialmente en
las áreas de nueva
colonización. Además, en
función de la información sobre
la especie que se recopila de forma continua,
se realizarán seguimientos anuales
para detectar variaciones significativas de la
especie.
Este año, en la provincia de
Palencia se ha asignado la caza de 31
ejemplares repartidos entre Cervera (15),
Guardo (6), Aguilar (3), Cerrato (2),
Saldaña (2), zona de Campos (2) y
Boedo-Ojeda (1).
León es la zona que cuenta con un
mayor cupo para la caza del lobo en el norte
del Duero, pues la resolución de la
Administración permite abatir hasta 50
ejemplares esta temporada.
En el conjunto de Castilla y León,
el cupo de capturas se eleva a 140 lobos al
norte del Duero en un periodo hábil
que se extiende hasta el mes de febrero de
2015.
CONCLUSIONES. La reproducción
se ha confirmado en el 73% de las manadas
determinadas. Se calcula que, en
época estival, y considerando tanto los
ejemplares que componen las manadas como
los solitarios, hay 1.600 lobos en Castilla y
León. Al sur del Duero, donde la
especie está protegida por la
Unión Europea, el área de
distribución del lobo ha aumentado un
26% respecto al censo del año 2001.
Asimismo, el incremento de manadas es
notable y ello supone que esta especie
está en disposición para
avanzar hacia el sur en su área de
distribución.
Al norte del río Duero, la
población del lobo también se
incrementa de una forma especialmente
próspera en el tercio más
septentrional, esto es, en las reservas
regionales de caza en Palencia y León;
en el oeste leonés y en la provincia de
Zamora.
En la franja más oriental de
Castilla y León (alto Ebro y Sistema
Ibérico en Burgos y Soria) los
ejemplares mantienen pocos grupos familiares
si se toma como referencia la buena calidad
potencial del medio y la alta disponibilidad de
alimento de la zona.
En lo que respecta a la zona centro de
Castilla y León, meseta castellana y
Tierra de Campos, el lobo está
presente de forma homogénea, pese a
que el informe apunta a un ligero descenso de
la población potenciado por las
limitaciones al depósito de
carroñas establecidas por la
Unión Europea tras la crisis de las
vacas locas.
Ahora su principal alimento son ciervos,
corzos y jabalíes y este año se
nutren mucho de topillos del campo.
Por otra parte, hay que destacar que un
buen número de manadas campean en
cuadrículas limítrofes con otras
regiones españolas y con Portugal, por
lo que es esencial el censo nacional para evitar
dobles conteos, tanto en las manadas
detectadas en Castilla y León como en
el resto de censos autonómicos.