El impacto, colisión o
atropello a especies salvajes o
domésticas ha estado presente en 46
siniestros al volante ocurridos en la red de
carreteras de Ciudad Real en 2015,
según los datos facilitados a este
periódico por la Jefatura Provincial de
Tráfico.
Una cifra que representa el 10,76 por
ciento del total de accidentes registrados en la
red interurbana: 41 de 381. Septiembre y
octubre, con seis incidentes cada uno, fueron
los meses con mayor siniestralidad por una
causa que, afortunadamente, no llevó
aparejado ningún fallecido.
No obstante, en comparación con
2014, se observa un importante descenso.
Entonces, se anotaron un 58 por ciento
más de siniestros con animales
implicados, hasta 110, siendo además
responsables del 23,62 por ciento de los
accidentes totales ocurridos en vías
interurbanas: 107 de 453. Por meses, los
primeros del año, enero y febrero, con
17 y 16 respectivamente, fueron los que
concentraron el mayor número de
accidentes.
Su reducción es «muy
positiva», en palabras del responsable
en funciones de la Jefatura Provincial de
Tráfico, Víctor Manuel Esteban,
para quien «puede deberse tanto a una
mayor precaución de los conductores
en los tramos en los que existen más
posibilidad de irrupción de animales en
la vía, como a la nueva
regulación que ha entrado en vigor de
la mano de la reforma de la Ley de
Tráfico, Circulación de
Vehículos a Motor y Seguridad
Vial».
época de caza. La
Dirección General de Tráfico
(DGT) advirtió recientemente que
«en época de caza se multiplican
los accidentes con animales, por lo que si se
circula por alguna zona con cotos y batidas
debe hacerse con especial
precaución». Es importante
prestar mucha atención a la
señalización específica,
así como a los límites de
velocidad marcados. Y es que los imprevistos
exigen una mayor capacidad de
reacción. En este punto, el conductor
debe saber que si advierte con
antelación la presencia del animal,
debe tocar el claxon y reducir a velocidad y, si
es de noche, hacer un cruce de luces: algunos
animales, al ser deslumbrados, se asustan y se
quedan inmóviles, por lo que pueden
ser esquivados mejor.
La irrupción en la calzada de
jabalíes, corzos y otra fauna silvestre
provoca siniestros que, en ocasiones, son
incluso mortales. Pero, según los datos
de los dos últimos años, cuatro
de cada diez fueron causados en la provincia
por animales domésticos. Perros (65),
jabalíes (44), ciervos (23), ovejas
(10), corzos (8), caballos (4) y zorros (4)
fueron las mayores víctimas del asfalto
a lo largo de 2014 y 2015. Aunque no se
registraron pérdidas humanas,
sí fueron causantes de tres accidentes
con heridos -cuatro leves-, así como
cuantiosos daños materiales. En este
sentido, uno de los grandes problemas con los
que se encuentran los afectados es el no saber
dónde formalizar una
reclamación.
«Según la legislación
vigente, el conductor del vehículo es el
responsable de los daños, ya sean
personales o materiales, ocasionados en los
accidentes de tráfico por atropello de
especies cinegéticas», explica
Esteban. No obstante, la norma establece dos
excepciones. Así, si el atropello ha sido
consecuencia directa de una acción de
caza colectiva llevada a cabo el mismo
día o en las últimas doce horas,
será el titular del aprovechamiento
cinegético o, en su defecto, el
propietario del terreno quien tendrá
que responder.
Por su parte, si el tramo no cuenta con
señalización específica
de animales sueltos, el ‘culpable’ será
la administración dueña de la
carretera, así como también si
el accidente se ha producido por no haber
reparado una valla de cerramiento.
las 24 horas posteriores. A este respecto,
desde la Jefatura Provincial de Tráfico,
Esteban recuerda que «la nueva Ley de
Tráfico y Seguridad Vial considera que
los cotos sólo son responsables de los
accidentes que se producen después de
una acción cinegética, es decir,
en las 24 horas posteriores a una
cacería o batida», quedando
libres de culpa si el accidente es provocado por
una especie cinegética menor como el
conejo y la liebre. Algo a tener en cuenta en
una provincia con 1,7 millones de
hectáreas repartidas a lo largo y ancho
de 1.567 cotos de caza, según los
datos manejados por la Consejería de
Agricultura. Hay que recordar que la
temporada de caza mayor concluye a finales
del mes de febrero en Castilla-La
Mancha.
Del resto, debe encargarse el conductor y,
por ende, su compañía
aseguradora. Una circunstancia que,
según diversos especialistas, ha tenido
consecuencias directas en las cifras de
siniestralidad, produciéndose menos
reclamaciones. Tras la puesta en marcha de
esta ley, la cobertura de daños por
impacto de animales ha cambiado, ahora se
ofrece como un extra o puede incluirse dentro
de la garantía básica del seguro
del vehículo, ampliando los servicios
ofrecidos por todos los daños que pueda
sufrir.