El secretario regional de la
Unión de Pequeños Agricultores,
Julián Morcillo, expresó ayer su
«profunda decepción» por
los recientes e inesperados cambios
introducidos en los reglamentos que
determinarán la aplicación de la
última reforma de la PAC.
Morcillo ofreció ayer una rueda de
prensa en la sede de UPA en Albacete para
afirmar que, tras los cambios publicados hace
escasos días en el BOE, uno de los
elementos clave de la reforma, la
definición de «agricultor
activo» ha desaparecido como tal, de un
plumazo, a causa de una supuesta
«recomendación» hecha
por la Comisión Europea al Ministerio
de Agricultura (Magrama).
El secretario regional de UPA
recordó que, de acuerdo a la
definición hecha por el anterior
ministro de Agricultura, Miguel Arias
Cañete, para entrar en la
definición de «agricultor
activo», el titular de una
explotación agraria debía
acreditar que, al menos, el 20% de sus
ingresos procedía de la venta de
productos agropecuarios.
«Pero ahora sabemos que la joya de
la corona, la pieza clave del éxito de la
negociación era un fraude, un
engaño -dijo- porque muchos
especuladores del campo, tras las
‘recomendaciones’ de Bruselas,
también podrán entrar dentro
de la denominación de agricultor
activo, aunque muchos de ellos no tengan, ni
siquiera, producción agrícola
que vender».
Preguntado por el impacto que estos
cambios de última hora puedan tener
en Albacete, Morcillo puso como ejemplo la
supresión de la obligación de
mantener una carga ganadera mínima
para poder recibir ayudas por las áreas
de pasto. Una obligación que, al igual
que la figura de «agricultor
activo» ha desaparecido como por arte
de magia.
«Esto significa, por ejemplo, que,
en Albacete, los dueños de grandes
explotaciones saldrán más
beneficiados, en detrimento de los
pequeños titulares de explotaciones de
esta provincia, porque el dinero irá a
marquesados, a varios empresarios taurinos, a
titulares de cotos de caza, a balnearios e,
incluso, a constructores, en vez de a los
auténticos agricultores activos, a los
profesionales».