La Junta Consultiva fue
informada ayer de la denuncia interpuesta ante
la Guardia Civil de Villardeciervos por el
Servicio Territorial de Medio Ambiente de
Zamora contra la asociación Lobo
Marley por la destrucción de una caseta
ubicada en la Sierra de la Culebra.
José Manuel Soto, por su parte,
destacó que la Alianza UPA-COAG
«defender a la gente que vive en el medio
rural, que somos los que estamos sujetando el
espacio. El lobo ha existido y seguirá
existiendo, y sabemos que tenemos que
convivir con él, pero debemos defender
al sector, que se paguen los daños y
que se cumpla el cupo de caza, que no lo
establecemos nosotros, sino los
técnicos de la consejería de
Medio Ambiente». Criticó la
campaña de amenazas llevadas a cabo
«por lunáticos que aparecen
provocando», y, aunque sin mención
expresa, aludió al presidente de la
Diputación Fernando Martínez
Maíllo por «dar pábulo» el
pasado año en Fitur a Lobo Marley y
tener «a bien permitir lo de la capa». «Algo se
está cociendo para Fitur» dijo.
Reiteró que las organizaciones
agrarias «nunca hemos hablado de aniquilar,
sino de controlar el lobo». Afirmó que
la Junta «no tiene dinero para gestionar pero
tiene todos los animales del mundo. Y le viene
bien que nos enfrentemos unos y otros porque
todos los tiros van contra nosotros, que lo que
tenemos y podemos hacer es exigir que se
cumplan los cupos y dar cuenta de los
daños y pedir que se paguen».
La Junta Consultiva también fue
puesta al corriente de la tramitación de
los expedientes de daños producidos en
la reserva por la fauna cinegética
durante el año 2013. Los daños
«ascendieron a 103.102 euros, en los que se
engloban tanto los tramitados vía
seguro 94.433 euros, como vía
responsabilidad patrimonial 8.669 euros». Son
daños que corresponden «a un total de
295 expedientes de daños sobre
cultivos, 17 expedientes de daños a la
ganadería y 9 asignables a otros
conceptos». El secretario provincial de Upa,
Aurelio González, manifestó
que «la Junta de Castilla y León lleva
40 años con una política que no
ha dado resultados. La prueba es que en la
Culebra casi no queda gente produciendo y
solo hay animales salvajes, y el problema es
que se les ha ido de la mano. Hay
superpoblación y la fauna vive de lo
que producen los agricultores y ganaderos». En
referencia a ciertos naturalistas
señaló que «algunos viven del
cuento del lobo», y dijo que «hay un
ofrecimiento para que cojan un rebaño
de ovejas y vayan a un pueblo, y al cabo de
un año hablamos». Soto, por su parte,
hizo referencia a los daños que se dan
«en las parcelas labradas» que están en
los límites exteriores de la reserva de
La Culebra, donde son visibles grandes
manadas de grandes ciervos. Respecto al sur
del Duero, indicó que » estamos
esperando a que la Consejería de Medio
Ambiente mande una carta a los ganaderos
diciendo que no tienen obligación de
hacer seguro porque, por sentencia, la Junta es
responsable de los daños y ella lo tiene
que hacer».