La Unión de
Pequeños Agricultores y Ganaderos
(UPA) ha demandado que se declare como
«plaga» la sobreabundancia de
conejos que se está produciendo en
distintos puntos de Pedro Muñoz y que
están arrasando con los cultivos del
municipio.
La organización agraria, a
través de un comunicado, alerta que
los focos más preocupantes
están localizados en las cuatro lagunas
de la localidad, en torno al río
Córcoles y en los aledaños de la
vía del tren.
Con el fin de buscar una solución y
trasladar el problema de plaga de conejos que
sufren los cultivos de la localidad, responsables
UPA, del coto social de la localidad y
cooperativistas han mantenido una
reunión con el subdelegado del
Gobierno de Ciudad Real, Fernando Rodrigo,
para explicarle el problema y la
«desesperación e
impotencia» que siente los agricultores
al ver como sus cultivos de cereal, que
deberían alcanzar entre 8 y 10
centímetros, parecen barbechos. Algo
que al parecer, y según UPA,
también les está ocurriendo a
los viticultores, muchos de tienen «la
madera de la roída».
Desde la Unión de Pequeños
Agricultores (UPA) en Ciudad Real, Pacual
Ortiz está liderando diversas
conversaciones con los distintos colectivos
afectados que representan a los agricultores
con el objetivo de instar de manera conjunta a
la Confederación Hidrográfica
del Guadiana (CHG), al Ministerio de Fomento
y a ADIF (ferrocarriles) para que se adopten
medidas «urgentes» y que los
problemas «no se repitan año tras
año». De tal forma, que
según explicó la
organización agraria, ente todos estos
órganos se solicitarán permisos
especiales en zonas consideradas como focos
de proliferación y expansión del
conejo silvestre y donde el Seprona impide su
caza (cauces de los ríos, proximidades
de la red ferroviaria y de carreteras,
así como puentes).
Asimismo, Pascual Ortiz, en nombre de los
agricultores de la localidad de Pedro
Muñoz ha pedido a los cazadores que
permitan que entren en el pueblo cuadrillas
especiales para controlar la población
de conejos que está acabando con sus
siembras. Desde el Coto Social San Huberto,
en el que hay 240 cazadores, hay buena
disposición para llegar a acuerdos y
permitir que vengan otros de otras comarcas
con el fin de poder atajar de alguna forma el
problema.