La Alianza por la Unidad del Campo, que integran UPA y Coag, denunció hoy que el lobo ha colonizada ya prácticamente toda la Comunidad, con más de 200 manadas y 2.000 ejemplares, cuyos ataques a los ganaderos se están multiplicando y poniendo en una «situación dramática» a profesionales de algunas zonas sobre todo de Ávila y Zamora.
Estas organizaciones explicaron que según sus estimaciones entre 2007 y 2010 se produjeron en Castilla y León, 2.818 ataques, con 8.233 animales fallecidos, sobre todo de ovino, y unos daños valorados en 2,8 millones de euros.
Los ataques de estos cánidos se fueron incrementando año a año, con 463 en 2007, 531 en 2008, 839 en 2009 y 985 el año pasado. Asimismo, el número de animales afectados también se fue elevando desde los 1.296 del primer ejercicio de análisis, 1.430 al siguiente, 2.648 en 2009 y 2.859 en 2010. Sólo el año pasado, las pérdidas sufridas por el colectivo alcanzaron el millón de euros, aunque según dijeron, no están contabilizados todos los ataques ni los daños, porque también están los animales heridos y el estrés que sufren con una caída en la productividad.
El secretario regional de UPA, Julio López, explicó que junto a los animales devorados, otros 3.000 sufrieron heridas, y la mayor parte de los ganaderos, que «no tienen seguros», no pudo cubrir esas pérdidas, lo que les ha situado en una situación «dramática». López recordó que frente a esas pérdidas, la Consejería de Medio Ambiente sacó la orden de ayudas para franquicias de los seguros ganaderos por 120.000 euros, una cantidad «irrisoria».
El dirigente sindical incidió en que el responsable directo de esta situación es la Junta, porque «protege» al lobo y «se niega a pagar indemnizaciones por los daños que provoca». Recordó que el plan de gestión del lobo aprobado en 2005, contemplaba varias vías para hacer frente a los daños de estos animales y únicamente se ha puesto en marcha la del seguro, «la que sube la cuenta de resultados de las compañía aseguradoras», dijo.
El secretario de UPA reiteró que «parece que los lobos en expansión son más importantes que los ganaderos para la Junta» cuando «prácticamente ya afectan a toda la Comunidad» porque cuando baja la ganadería extensiva se expanden hacia otras zonas en búsqueda de alimento. López trasladó que el ganadero no debe tomarse la justicia por su mano, pero destacó que entendería que lo hiciese, porque tiene que defender el medio de vida de sus familias.
Aseveró que algunos ganaderos están bajo tratamiento psicológico, ante el estrés que sufren frente al lobo, que les lleva pasar noches enteras intentando proteger a su ganado, encendiendo hogueras o dejando aparatos de radio funcionando para intentar ahuyentar a estos animales. «O lobos o ganaderos», resumió.
El lobo se urbaniza
Julio López también advirtió de que el lobo «se está urbanizando» y se está acostumbrando a actuar incluso en presencia del ser humano. En este contexto, exigió un «plan de contención» del lobo en Castilla y León e indemnizaciones de los daños que provoca «a precios de mercado», porque, a su juicio, el problema no se solucionará con una modificación de la directiva europea que lo protege al sur del Duero, porque donde es especie cinegética tampoco se está controlando. Para finalizar su intervención, López criticó que la Junta intente acordar un plan de apoyo a los ganaderos con el Gobierno para rebajar sus costes y les haga suscribir un seguro, lo que eleva sus gastos.
El coordinador regional de Coag, Aurelio Pérez, destacó que el lobo actúa sobre todo en Ávila y Zamora, desde donde ya ataca en Salamanca, y también en Segovia, Palencia, Burgos y puntos de León, es decir, «ya se ha expandido por toda la Comunidad». Pérez arremetió contra la Consejería de Medio Ambiente por negarse a establecer ayudas directas, cuando una sentencia del TSJCyL de 2009, descartaba la obligatoriedad al sur del Duero de tener un seguro contra sus ataques y fijaba que si es una especie protegido, sus daños deben ser sufragados directamente por la Junta.
En este sentido, apuntó directamente a la consejera María Jesús Ruiz como responsable de la situación actual y le acusó de «enredar y buscar artimañas» para no afrontar el problema, recurriendo esa sentencia y publicando apoyos que sólo sirven para pagar a las aseguradoras. Asimismo, explicó que declarar al lobo especie cinegética al sur del Duero, «no es la solución», y sólo constituye una «maniobra para no indemnizar con ayudas directas y afrontar el problema de otra manera».
Pérez denunció que el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, prometió a las organizaciones profesionales agrarias, reuniones con la Consejería de Medio Ambiente para solucionar el problema, lo que «ha sido imposible» porque la consejera «no quiere tener ningún contacto ni entendimiento con las opas», dijo. «Herrera no ha sido capaz de cumplir su compromiso», apostilló.
Incompatibles
En la rueda de prensa ofrecida hoy en Valladolid, también intervinieron dos ganaderos de las zonas más afectadas. El responsable de Ganadería de UPA en Ávila, Jesús González, afirmó que «el lobo y la ganadería extensiva es incompatible». González argumentó que el lobo «es una alimaña y un ladrón» y no puede convivir con el ganadero, por lo que propuso que se le confine en zonas cerradas, que impidan su expansión y permitan su control.
Exigió a la Junta que se haga cargo de este problema y recordó que por algo se erradicó esta especia el siglo pasado. Añadió que los «más ecologistas» son los ganaderos, pero es preciso que «cada uno esté en su sitió».
Sobra fauna
Por su parte, el ganadero de la sierra de la Culebra y responsable de Medio Ambiente de COAG en Zamora, José Manuel Soto, incidió en que en Castilla y León «sobra fauna salvaje» y señaló que a la Junta «se le ha escapado de las manos» este problema, con más de 2.000 lobos devorando ganado y ciervos, jabalís y otras especies que propagan las enfermedades ganaderas. «Estamos exportando lobos al resto de España y Portugal», dijo.
Asimismo, criticó a la Junta por exigirles un seguro, cuando la Administración regional carece de ellos para afrontar situaciones de responsabilidad civil en las reservas regionales de caza. Asimismo, reseñó que el lobo en su zona, donde es especie cinegética, costó el año pasado una cuarta parte de su valor, pero es que tampoco se cumplen los cupos de caza, dijo, «por los requisitos burocráticos» que se imponen.
Este ganadero criticó duramente a María Jesús Ruiz, por el «paripé y la propaganda» que emplea para eludir su responsabilidad sobre la materia y le preguntó por qué quiere gestionar Picos de Europa, «cuando todavía no es capaz de gestionar lo que tiene». Asimismo, denunció que una empresa recibió 300.000 euros para «contar lobos» y se presupuestan 120.000 para seguros frente a sus ataques. «Están engañándonos, porque no tenemos respaldo político. Ellos son los que no nos dejan vivir, los lobos y los que están aquí que son de dos patas», sentenció.