El domingo, sobre las 15.40
horas, varias personas que paseaban por la
zona observaron cómo un jabalí
adulto corría por la playa de A
Magdalena, en Cedeira, «dende o mar
en dirección á area»,
según relata un vecino de la localidad
que se encontraba en el bar El Marino, en la
calle Almirante Moreno. «De
súpeto -relata- apareceron tres
cazadores con chalecos refrectantes, abriron
fogo e abatiron ao animal».
Unos segundos después, prosigue
la narración, «apareceu un
vehículo todoterreno, que
irrumpíu na praia, enganchou a peza
(que había quedado tirado en el
arenal) e marchou en dirección a San
Isidro». Según el testimonio de
Andrés Brañas
Rodríguez, el lugar donde se produjeron
los disparos se encuentra a una distancia de
menos de 100 metros de los edificios y de una
zona muy transitada. «As miñas
fillas e eu adoitamos percorrela»,
asegura. Incide, además, en que en
ningún momento advirtió la
presencia de policías o guardias civiles
mientras ocurrían los hechos.
Después de consultar la Lei
13/2013 de Caza de Galicia, este
cedeirés decidió enviar una
comunicación a la Consellería
de Medio Ambiente, en la que formula tres
preguntas: «¿Tiñan licenza
para portar e usar armas nesa zona?
¿Coñecían as autoridades
estes feitos? ¿Que debe facer un
cidadán cando ve un feito destas
características?».
A media tarde de ayer no había
recibido contestación de la Xunta, salvo
un correo en el que se le indicaba que la
cuestión planteada pasaría al
departamento correspondiente. En cualquier
caso, este vecino, tras revisar el contenido de
la legislación en vigor, constata que en
las zonas protegidas o de seguridad (fuera de
lo que se considera coto de caza), no
está permitido llevar el arma cargada
ni disparar, al menos sin haberlo notificado
previamente a las autoridades competentes.
«O meu propósito -recalca-
é que isto non volva a ocorrer, nunha
zona pola que pasa moita xente».