A 49.627
asciende el número
licencias de caza con vigencia
en la Comunidad
Autónoma de
Aragón, según
los datos que maneja el
Instituto Aragonés de
Gestión Ambiental
(Inaga), el órgano
responsable de su
tramitación.
Si a estas licencias se
unen las concedidas para
caza sin armas el
número se acerca
todavía más a
las 50.000, en concreto
49.874.
???Son cifras que
ponen de manifiesto el
prestigio y potencial de
Aragón para todo lo
relacionado con las
actividades
cinegéticas», asegura
el director general de
Conservación del
Medio Natural del
Departamento de Agricultura,
Ganadería y Medio
Ambiente del Gobierno de
Aragón, Pablo
Munilla. «La caza es un
importante recurso a valorar
dado que alrededor de ella
existe un entramado
socioeconómico que
genera muchos recursos,
distribuidos normalmente de
forma homogénea a
lo largo de todo nuestro
medio rural, un medio que
necesita ahora, más
que nunca, de actividades
que lo revitalicen y
consoliden para el
futuro???,
añade.
El número de
licencias de cazadores
residentes en la Comunidad
Autónoma se reparte
entre Zaragoza (18.809),
Huesca (9.227) y Teruel
(7.338). Los cazadores
residentes en la Comunidad
Autónoma suman,
por tanto, 35.374 licencias.
La diferencia hasta las
49.874 licencias pone de
manifiesto que 14.500
están en manos de
cazadores foráneos,
de otras comunidades
autónomas.
Cazadores de
Cataluña, País
Vasco, Comunidad
Valenciana y Navarra son los
más numerosos con
licencia expedida en
Aragón. De esta
forma, cuentan con licencia
en vigor para cazar en la
Comunidad Autónoma
aficionados residentes en
Barcelona (3.046), Valencia
(1.892) Navarra (1.874),
Castellón (1.597),
Tarragona (1.294),
Guipúzcoa (1.275),
Lérida (1.195), como
procedencias más
importantes.
Hay que destacar que la
evolución de estas
licencias a lo largo de los
últimos años
se ha mantenido estable.
Una cuestión
relevante es la gratuidad de
las licencias para los
cazadores residentes en la
comunidad Autónoma
mayores de 65 años.
Estas licencias tienen en
estos momentos validez por
cinco años y se emiten
una sola vez en este periodo,
con la salvedad de que se
empezaron a conceder con
este sistema a partir de
2005.
Este procedimiento
supone que, una vez
concedida o renovada la
licencia de un cazador mayor
de 65 años, no
aparece en el
cómputo en los
cuatro años siguientes.
Sí que se percibe un
aumento de la edad media
de los cazadores, ???lo
que pone de relieve que no
se está produciendo
el relevo generacional
necesario para que se no se
genere un problema en el
futuro. Los cazadores son
necesarios para el control
poblacional de muchas
especies de caza mayor en
clara
expansión???,
interpreta Pablo
Munilla.
La directora del Inaga
,Nuria Gayán,
está de acuerdo con
esta apreciación.
???La caza es un deporte
que no resulta muy atractivo
a los jóvenes y esta
circunstancia puede llevar a
que una
superpoblación de
cualquier especie pueda
llegar a adquirir dimensiones
de plaga. El relevo
generacional en la
práctica de la caza es
absolutamente necesario si
queremos que el equilibrio
ecológico sea una
realidad dentro, por ejemplo,
de 30
años???.
Precios de las
licencias
En cuanto al precio de
las licencias, el Inaga
aplicó a partir de
2012 un sistema de
bonificaciones y recargos
según el tipo de
emisión con tres
precios distintos (34.33,
35.00 y 38.15 euros en
función del tipo de
licencia).
Nuria Gayán
explica que ???los
grandes cambios se van a
producir el año que
viene con la puesta en
marcha de la licencia
interautonómica de
caza, que posibilitará
cazar en varias comunidades
autónomas con un
solo trámite. Es un
aspecto en el que estamos
trabajando intensamente en
varias comunidades
autónomas. Los
cambios van dirigidos a la
rapidez y a la comodidad
para el demandante de
cualquier servicio a
través de los medios
telemáticos, aunque
también es cierto que
para homologar los requisitos
entre las diferentes regiones,
puede ser necesaria la
implantación de un
examen del cazador a
quienes aspiren por primera
vez a obtener una licencia
interautonómica».&nb
sp;
La directora del Inaga
recuerda que ???en estos
momentos se está
tramitando en las Cortes de
Aragón la
modificación de la
Ley de Caza de
Aragón y, entre otros
aspectos, va a modificarse el
régimen de las
indemnizaciones por
daños debidos a los
accidentes de tráfico
relacionados con la actividad
cinegética,
indemnizaciones que suponen
un coste elevado para este
Instituto???.
Terrenos
cinegéticos
El hecho de que la
Comunidad Autónoma
es una potencia en materia
cinegética se pone de
manifiesto con el
número de terrenos
cinegéticos
existentes. Existen entre las
tres provincias 702 cotos
deportivos, 369 cotos
municipales, 260 cotos
privados, once cotos sociales,
24 zonas de
explotación intensivas
y cinco reservas de caza.
Todos estos espacios suman
4,3 millones de
hectáreas, el 91,72%
del territorio de la
Comunidad Autónoma
en las que es posible
practicar alguna especialidad
cinegética.
Por el contrario, existen
49 zonas vedadas, seis
espacios naturales
protegidos, los seis
monumentos naturales de
muy poca extensión
que tienen la
calificación de no
cinegéticos, y 136
zonas no cinegéticas
voluntarias.
Pablo Munilla destaca el
???carácter
ordenador de la caza???
en cuanto a las especies que
han de convivir en los
diversos espacios, una
convivencia que ha de ser
compatible con otros
intereses, sobre todo los de
agricultores y ganaderos.
También hay que
tener en cuenta la
problemática cada
vez mayor de los accidentes
de tráfico producidos
por la entrada en las
vías de
comunicación de
especies de caza mayor.
Pone como ejemplo el
aumento de cupo de ciervos
que pueden abatirse esta
temporada, una vez
contrastado su aumento de
población y los
daños que producen en
algunas zonas como los
Montes Universales.
Los últimos
resultados declarados por los
cazadores en la
campaña 2013-2014
refrendan el atractivo de la
Comunidad Autónoma
para cazar. Así, en
esta campaña los
propios cazadores informaron
de la caza de 34.810
jabalíes, 7.388 corzos
y 3.384 ciervos. En caza
menor las especies
más abatidas fueron
el conejo (309.719 piezas) y
la codorniz (227.458).