Álava, por su orografía y ubicación en la meseta, cobija un patrimonio faunístico importante con un colectivo de cazadores comprometidos con su defensa. Cazadores como otros que en el fondo de su corazón siempre latió cual sentimiento atávico la pasión por este arte. Recuerdo con admiración entre otros muchos a los Moyano, Jesús Lucio, F.Irigoyen, L.Muro, Cruz Antón, A. Marcos, Gamiz, el Tunillo de Campezo, hermanos Carasa, Marquitos, Vélez, el Chucho, Hermanos Ross (curas de Gamarra), Tomás Arteta… Cazadores que dejaron su impronta en unos tiempos donde la caza siempre difícil exigía unos medios de los que adolecían y ahora no faltan, quizás hasta sobren.
Jabalineros, palomeros, perdiceros, becaderos, todos ellos cazadores de cuerpo entero, orgullosos de su afición y bien hacer. Otros han cogido con fuerza el testigo conscientes de su responsabilidad de mantener vivo este precioso legado que tanto nos une y prestigia.
Como pequeño homenaje a los que se fueron voy a transcribir del diario de caza de mi padre unas pocas jornadas de caza en Álava con cazadores alaveses : (15-XI-41) acompañado de José Martinez (peluquero de Pobes) cazamos en Escota. Pese a que salimos a sordas tuve la suerte de abatir 2 perdices de un tiro y colgar entre los dos 13 sordas.
(22-VIII-42) Salimos a codornices a Araya, Desiderio Arnaiz y yo. Había muchas y cazamos 140.Los perros muy bien. (16-X-48) Dos días a palomas en Peñacerrada. Cuatro cazadores. Dormimos en una chabola encima de unos helechos y pasamos mucho frío. Cazamos 64 torcaces y 3 gavilanes. (21-XI-48) junto con el Moyano (Severiano García) cazamos en la Sierra Badaya. Levantamos 9 becadas y cazamos 6. Se nos fué una liebre sin poder tirarle. El perro muy bien. (28-XI-48) A sordas en el Bujarral de Pobes junto al Moyano. Había mucha niebla y no pudimos cazar hasta las tres de la tarde. Cazamos 7 sordas, 2 perdices y una paloma. Por la niebla me costó llegar a Eibar. En Vergara se jugó la final de pelota. Gallastegui 22-AtanoIII 6. (29-XII-49) En tren y de víspera llegué a Vitoria donde me esperaba el Moyano. Dormí en su casa y a la mañana siguiente en bicicleta fuimos a Mendoza ( 13 kilómetros ) donde cazamos con un tiempo espléndido. Cazamos 6 sordas, 2 perdices y una paloma, entre Severiano, Victoriano y yo. Volví a casa en el primer tren, a la 6:30 de la mañana. El perro ???Té??? cazó muy bien, tiré con la escopeta del padre con cañones cortos.
Pues eso, vivencias de cazadores, tan importantes para ellos.
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