Usuarios de la web que es referencia en la caza de torcaces celebran una jornada de hermandad
Usuarios de la página web www.cazanetpasapaloma.net que hace un seguimiento continuado de las torcaces desde diferentes lugares, tanto en época de pase como de contrapasa, celebraron el pasado fin de semana en Zambrana una quedada de confraternización de sus integrantes
Alrededor de medio centenar de cazadores y usuarios habituales de la web www.cazanetpasapaloma.net, se dieron cita el pasado sábado en la quedada anual que este año se ha desarrollado en Santa Cruz del Fierro, en Zambrana. El encuentro sirvió para “compartir experiencias, conocernos y, sobre todo, pasar un buen rato con amigos que compartimos una misma afición”, según reconoce el gasteiztarra Juan Carabias que participó en el evento.
Entre las actividades desarrolladas por los participantes en la quedada de Zambrana se incluyó una charla que en esta edición giró en torno a los primeros auxilios en el monte. “Otros años se han abordado cuestiones en torno a la cría de perros” o a diferentes temas relacionados con la caza, pero este año la charla impartida por un enfermero cualificado, “nos ha permito adquirir conocimientos para saber cómo actuar en caso de que se produzca una parada cardiorrespiratoria, en caso de caída desde un andamio…”, señala Carabias.
El encuentro incluyó el imprescindible almuerzo y se completó con una tirada de palomas en el campo de Santa Cruz del Fierro. La finalidad de la jornada, sostiene Carabias, es la de “juntarnos y charlar tanto sobre la caza como sobre cuestiones familiares o personales”.
La cita sirvió también para “mantener el ánimo en todo lo alto a pesar de que somos conscientes de que la caza va a menos”, opinión que Carabias justifica en parte “por la demonización que los grupos y asociaciones ecologistas están haciendo de la caza. Nosotros estamos llenos de ilusión y vemos esta afición con optimismo porque de lo contrario nos vamos al traste. Para mí —sostiene— poder ir al monte es un lujo, aunque baje a casa sin pegar un tiro”.
La web www.cazanetpasapaloma.net inició sus actividades en el año 1998, aunque a partir de 2007 adquirió un verdadero impulso con la implicación de un mayor número de aficionados. En la actualidad agrupa a más de un millar de usuarios, tanto de Euskal Herria como de otras provincias, ya que en la misma están también involucrados cazadores de otras provincias próximas como Burgos, Soria e incluso Madrid.
La web cuenta con numerosas secciones dedicadas a la tecnología, la micología, pasatiempos o lo que cada uno lleva al puesto para el almuerzo, aunque es el área centrada en el pase de palomas el que muestra una actividad más intensa por parte de los usuarios. A lo largo de los meses de octubre y noviembre, en época de pase, los seguidores de la página suben a la web “aquello que cada cazador observa desde su puesto. Cada participante realiza un parte diario sobre lo que ha visto cada día” y así pueden completar un detallado diario que se enriquece “con aportaciones que llegan de lugares tan dispares como Irun, Tolosa, Navarra, Madrid, Ávila…”, señala Carabias.
Pero el seguimiento que los aficionados realizan a las palomas también tiene continuidad en época de contrapasa, cuando las escopetas guardan en silencio y los cazadores sustituyen las armas por cámaras, vídeos o teléfonos móviles con los que obtienen fotografías o películas de palomas. “Cada uno contamos lo que vemos aunque, en mi caso, veo poco en esta época ya que no se por qué razón pero la contrapasa no entra por Álava”, señala el cazador gazteiztarra.
La ‘ausencia’ de palomas en esa provincia en esta época nada tiene que ver con el número de ejemplares porque Carabias sostiene que “cada vez hay más paloma torcaz, incluso en las ciudades”, aunque reconoce que el cambio climático puede ser una de las razones por las que migran menos. “Cada año el clima es más benigno y hay años en los que las temperaturas pueden mantenerse en torno a los 12 o los 14 grados en invierno en la zona anterior a los Pirineos, con los que optar por no bajar e incluso permanecer en zonas como Inglaterra, donde están consideradas como una plaga”.
Otras de las razones para que disminuya el número de palomas que migran es que “cada vez se vuelven más sedentarias”, apunta Carabias, quien añade que “los animales se mueven por la comida y si la nieve no llega a cubrir lo que será su alimento, la paloma no baja”.
En ese sentido contribuye también el incumplimiento de “las directrices de la Unión Europea que obliga a los agricultores del otro lado del Pirineo a recoger el maíz y el girasol hacia septiembre, antes de la época de pase”, aunque en los últimos años han optado por prolongar su recogida hasta bien entrado el invierno. Ante esa tesitura, las palomas se quedan en esos latifundios en los que encuentran su alimento, en lugar de cruzar los Pirineos. “Algún año se han llegado detectar dos millones de palomas en la zona de Las Landas a pesar de que tenían buen tiempo para pasar hacia el sur”, asegura.
Carabias apunta también un cambio de hábitos de estas aves al indicar que “cuando yo era un crío veía que en época de pase había palomas todos los días, pero ahora pasan todas en grandes bandadas en dos o tres días y se acabó el pase”.
Los cazadores observan un incremento del número de torcaces en la contrapasa
La caza en contrapasa es desde hace una década un recuerdo en la memoria de los cazadores vascos. Primero fue la Diputación de Gipuzkoa la que se vio obligada a acatar la sentencia hecha pública en 2005 por el Tribunal Europeo de Justicia de Luxemburgo y un par de años después esa práctica quedó prohibida también en Bizkaia por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que anulaba una orden foral.
Ante ese panorama, a los cazadores no les queda otro remedio que en época de contrapasa acercarse a los puestos de caza o ir al monte para ver pasar las palomas. Porque de cazarlas ni se habla, a pesar de que aficionados como el mundakarra Alejo Mendizabal defendieron esta modalidad y recurrieron “al Tribunal Supremo, aunque el juez se atenía a la normativa europea”. Además reunió 25.000 firmas para solicitar en el Parlamento Europeo la legalización de esa práctica cinegética tradicional.
Mendizabal lamenta que la prohibición de la contrapasa, “impide cazar los mejores ejemplares de torcaces porque a mí, para comer, la que más me gusta es la de marzo porque está cebada con bellotas. La que viene del norte, en octubre y noviembre, es demasiado fibrosa”.
La prohibición aplicada a la contrapasa lleva a los aficionados a desarrollar una actividad con la que disfrutan sin escopetas y con la que hacen deporte, al tiempo que les permite comprobar un cambio en los hábitos de estas especie. “Antes, en época de pase y contrapasa, veíamos bandadas a diario. Ahora, en cambio, vienen todas de golpe, en grandes bandadas”, coinciden el guipuzcoano Sergio Fueyo y el navarro Javiki. Este último recuerda en este sentido que “hace tres años un amigo estuvo grabando durante 35 minutos el paso de un bando de palomas”.
Ellos son algunos de los cientos de aficionados que se desplazan a los lugares habituales de paso de esta especie para observar la contrapasa. Desde sus puntos de observación, en Jaizkibel y a la zona navarra de Otsondo en el caso de Fueyo, en el Valle de Erro e Izaba en el de Javiki y en la zona de Mundaka en el de Mendizabal, todos ellos constatan un ligero incremento en el número de torcaces. Las bandadas, aunque “no han sido muy numerosas, han pasado a mucha altura”, una circunstancia que también han constado durante el pase de octubre y noviembre.
Otro cambio que se ha detectado, como señala Mendizabal, es “la sedentarización de la especie”, así como las diferentes legislaciones que se aplican porque “la gestión de la caza en Francia es diferente a la de España. Allí, el agricultor gestiona sus terrenos y lo que se caza en ellos y crea un hábitat para cuando la paloma empieza a bajar”.
La proliferación de hábitats en los que las aves disponen de alimento y condiciones idóneas para reproducirse, ha provocado “la proliferación en balsas cercanas a Pamplona de patos, correlimos y otras especies acuáticas”, apunta Javiki.