El principal objetivo de la guía editada por la Consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, la Fundación Biodiversidad, la Federación Cántabra de Caza y la Fundación Oso Pardo es que las batidas que se realizan a lo largo y ancho del territorio cántabro causen las mínimas molestias y accidentes posibles entre los osos pardos de la zona.
La guía, de la que se han editado 5.000 ejemplares y llevará por nombre «Manual de caza en zonas oseras de Cantabria» y se repartirá entre cazadores de la comunidad trata de señalar el gran trabajo que se viene realizando en Cantabria para la conservación del oso pardo en los últimos 20 años.
Según Ignacio Valle, presidente de la Federación Cántabra de Caza, «no existe ningún conflicto entre caza y oso». Además cabe destacar la importante labor de los cazadores y su compromiso con las poblaciones de plantígrados, llegando incluso a suspender batidas si notan la presencia de algún oso, y controlando las poblaciones de jabalíes.
Por su parte, Guillermo Palomero destaca la buena sintonía existente entre cazadores de la zona, administración y la Fundación Oso Pardo, esta última de la que es presidente. Según Palomero es importante que los propios cazadores sean conscientes de que el oso «no es el enemigo» sino que es imprescindible que ambos cohabiten en armonía. Por eso mismo afirma que «se tendieron lazos con ellos» desde un principio.