Las torcaces son de los pocos animales que está en clara progresión como consecuencia de haberle cambiado el hombre el régimen alimenticio. Un ave que ha hecho del girasol y sobre todo del maíz una prioridad en su dieta. Esto ha supuesto que la paloma torcaz haya explotado demográficamente y en muchos países sea considerada plaga permitiéndose su caza durante todo el año. En España la podemos encontrar en cualquier lugar donde no le falte sustento, cosa que consigue fácilmente. Incluso en el paseo de la castellana de Madrid las he visto comiendo las semillas de las acacias. Es tal el hábitat que encuentran en la península que un gran porcentaje han renunciado al largo viaje migrador. Algo parecido a las cigüeñas con la salvedad de que estas a diferencia de las torcaces están impactando con tal fuerza entre distintos animales que hay zonas que han esquilmado pollos de perdiz, codorniz y gazapos de conejo y liebre. Algo imprevisible cuando antaño retornaban a sus lugares de origen en África. Y es que el hombre interviene con tanta fuerza en la naturaleza que trastoca rápidamente el medio rompiendo el equilibrio ecológico. No olvidemos que nos visitan del orden aproximado de 5.000.000 de palomas y una sola puede ingerir diariamente 25 bellotas de encina. Fruto del que se sustentan en temporada, cerdos, jabalíes, ciervos, corzos, vacas….. pura energía para pasar el invierno. Y para solucionar este problema, la junta de Castilla y León ha dispuesto acertadamente prorrogar la temporada de caza hasta el 20/2 en puestos fijos como lo venían haciendo antaño los cazadores en Euskadi. Para el cazador vasco, eminentemente palomero, la torcaz es su mayor alternativa cinegética. No en vano están en un puente aéreo entre Francia y el sur, y pasan cuando pasan, hablando la mayoría de las veces con San Pedro y por donde los vientos del momento les viene bien. En definitiva que lo que en Castilla y León es viable en Euskadi no tiene por qué ser un problema. Cazadores Alaveses, Vizcaínos y Guipuzcoanos agradecerían la prórroga, de lo contrario más de lo mismo. Vamos a esperar acontecimientos. Tiempo habrá para hablar sobre el tema.
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