La Peste Porcina Africana ha sido declarada en la República Checa, en la región de Zlín, al este del país, a unos 50 km de la frontera con Eslovaquia, en una zona previamente libre y muy alejada de las zonas afectadas hasta ahora en la UE. La Oficina Nacional de Caza, Conservación y Desarrollo Rural (ONC) confía en que se adopten de inmediato las medidas necesarias para que estos casos, unidos al aumento de la incidencia en algunos países de Europa del Este, no supongan un riesgo para la cabaña española.
El caso checo ha sido confirmado a la ONC por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que ha explicado que la enfermedad ha sido declarada en dos jabalíes que han sido hallados muertos y diagnosticados como positivos en el laboratorio nacional de referencia. Las autoridades checas han instaurado inmediatamente las medidas de control incluidas en la Directiva del Consejo 2002/60/EC, de 27 de junio para tratar de erradicar y evitar la difusión de la enfermedad. Así, han establecido un perímetro sanitario de 10 kilómetros, que incluye una granja con 5.000 cerdos que están siendo analizados, tal y como explican los medios de comunicación checos.
No se sabe aún el origen de los animales positivos. Las muestras han sido ya enviadas al laboratorio comunitario de referencia, donde se llevarán a cabo estudios de secuenciación que permitan saber más sobre el posible origen del virus detectado, explica el Ministerio.
Por otro lado, la enfermedad sigue activa en el noreste de Europa, y en el último mes se ha dado un repunte de casos en jabalíes y en cerdos domésticos en Polonia, Lituania, Letonia y Estonia, todos dentro de las zonas restringidas incluidas en la parte III y II de la Decisión 2014/709/UE. Se trata de casos en explotaciones domésticas de pequeño tamaño, a excepción de una explotación en Estonia de más de 3.000 cerdos y una declarada en Polonia de 63 cerdos, en ambos casos dentro de las zonas sometidas a restricción.
Los casos declarados en Republica Checa suponen un empeoramiento significativo de la situación, lo que hace aumentar el riesgo de difusión para el resto de países de la UE haciéndose muy importante estar alerta ante cualquier indicio de enfermedad. Así, el MAPAMA ha confirmado que está comprobando los movimientos de riesgo desde las zonas afectadas a nuestro país.
Ante la situación, de especial gravedad, se recuerda la importancia de la aplicación de adecuadas medidas de bioseguridad, tanto en las explotaciones de porcino como en relación a las condiciones de limpieza y desinfección de los medios de transporte de animales, especialmente si existe relación con países afectados o en riesgo. Por otro lado, es clave el refuerzo de los sistemas de vigilancia pasiva a través de la información de veterinarios y ganaderos, que hagan posible la detección temprana y notificación inmediata a los servicios veterinarios oficiales de cualquier sospecha por síntomas compatibles con la enfermedad.