Diez
organizaciones ecologistas
han denunciado que los lobos
del recinto de Belmonte
reciben «visitas
privadas, de personas no
autorizadas, que entran en el
cercado e interaccionan
libremente con los lobos
allí cautivos a su
antojo».
Apuntan que la
situación está
acreditada por las
fotografías y
comentarios de quienes han
entrado en el interior del
cercado «que han
difundido sin rubor alguno a
través de las redes
sociales» y en las que
«se puede advertir a
varios particulares y al
menos a un guarda asignado
al Servicio de Caza y
Pesca».
La Consejería de
Agroganadería
manifestó en su
día que, de
momento, el recinto no
estaría abierto al
público y no se
admitirían visitas. Por
eso, las organizaciones
critican que «amigos,
familiares y allegados de los
guardadores y de
funcionarios con
competencias en la
custodia» pueden
acceder a los cachorros.
Subrayan, además,
que «esta repugnante
línea de conducta ya
se verificó en el caso
de la osa Molina, de cuya
compañía,
contacto y visión se
vieron favorecidas
privadamente personas con
relación de amistad
con los funcionarios
encargados de la custodia del
animal». Esa actitud,
añaden,
«propició la
secuela de su
reclusión, al quedar
domesticada».
Los ecologistas, que
desde el principio han
mostrado su
oposición a la
«cautividad» de
los dos cachorros,
señalan que, de
comprobarse los hechos,
«sería urgente
incoar expediente
disciplinario a los guardas,
veterinarios y cualquier otro
funcionario implicado, con
remoción de su cargo
y nuevo destino lejos de la
encomienda de la custodia
del patrimonio natural de los
asturianos».
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