Descubriendo la organización social del corzo
Mas arriba de los Pirineos es fácil observar buenos rebaños de corzos ocupando grandes planicies.
Aunque en la Península Ibérica cada vez es más frecuente ver grupos de hembras, aún estamos lejos de divisar rebaños de este tamaño.
No obstante, sí cabe preguntarse «cómo funcionan» estos rebaños, ¿por qué son más o menos grandes, cómo se van formando?, tal vez el día de mañana en la Península suceda algo parecido.
Una investigación realizada por Pays y colaboradores, estudió la dinámica de rebaños de corzo en Francia, país en el que su caza es también de gran importancia.
Los autores estudiaron el tamaño de 128 rebaños a lo largo de dos años, registrando las «separaciones» o la «agrupación» y el número y tamaño de los rebaños resultantes. Partiendo de los 128 rebaños, se obtuvieron a lo largo del estudio 550 rebaños, registrándose 136 separaciones y 150 agrupamientos.
Los autores observaron una gran inestabilidad de los grupos, con una probabilidad de separación que se incrementaba según aumentaba el tamaño del rebaño.
Por otro lado, la atracción entre grupos cercanos (más allá de 200 metros) fue la principal causa de agrupación entre los corzos.
Fue interesante ver que, cuando la distancia entre grupos era inferior a 200 metros, los rebaños resultantes de una separación tenían una elevada probabilidad de volver al rebaño materno.
Los autores sugieren que los rebaños de herbívoros son más grandes cuanto más abierto va siendo el paisaje, por lo que sugieren que los grandes rebaños no se deben solamente al comportamiento de los animales, sino a la gran inestabilidad de los agrupamientos en este tipo de ambiente.
Quién sabe si nuestros «duendes» ya se están comportando de manera parecida en los más profundo del bosque.
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Fuente. cienciaycaza.org
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