Desmintiendo las mentiras animalistas sobre las granjas cinegéticas, las poblaciones de especies silvestres y la caza
«Las falacias animalistas sobre las granjas cinegéticas, las poblaciones de especies silvestres y la caza» es un informe realizado por Nicolás Urbani, veterinario de RFEC y ARRECAL, y Manuel Reglero, doctor en Veterinaria especialista en Gestión y Granjas Cinegéticas, que desmonta el último bulo vertido por los animalistas. Un nuevo ataque a nuestro sector con el que los radicales anticaza están pretendiendo acusarnos de generar de forma artificial sobrepoblaciones de jabalíes, ciervos o conejos, con el fin de tener ‘una excusa’ para su caza, y culpando a los cazadores, al tiempo, de ser los responsables directos de los daños que produce el exceso de ejemplares de estas especies en campos, montes, carreteras y sanidad animal.
Destacamos de este documento:
- Las translocaciones de jabalíes representan el 0,09% de la población, un valor insignificante como para ser causa del aumento poblacional
- Las granjas cinegéticas sólo suponen un 0,12% del total de granjas en España
- Hay comunidades donde aún se registra como “granja cinegética” la posesión de un único jabalí amaestrado para rastro o recogida de trufas
- Gran parte de los animales criados en granjas se destina a la obtención de carne de caza, mejora genética, investigación y sostenimiento de especies como lince o águila imperial
Además, como conclusiones prácticas, los autores señalan:
- Desde el sector animalista radical existe un incesante esfuerzo de manipulación y distorsión sociopolítica de la verdad de la caza como actividad esencial para el medio rural.
- La ciencia, los profesionales y las organizaciones más representativas del mundo rural defienden que la caza es necesaria, además de sostenible económica, social y ambientalmente.
- El reducido número de granjas cinegéticas existentes en España (0,12%), para inscribirse en el Registro de Explotaciones Ganaderas del MAPA deben cumplir con exigentes estándares normativos y controles oficiales sanitarios y de bienestar animal. Así mismo,
- Fomentan la biodiversidad, además de permitir el sostenimiento de poblaciones albergadas en fincas valladas evitando los problemas genéticos y sanitarios de la consanguinidad.
- Generan una economía profesional alternativa que contribuye a los objetivos del reto demográfico en zonas vulnerables y desfavorecidas en base a la sostenibilidad económica, social y ambiental del medio rural.
- Por último, es rotundamente FALSO afirmar que la causa de la sobreabundancia de las especies cinegéticas en España (y las consecuencias derivadas como daños agrarios, riesgos de sanidad animal y salud pública, afecciones sobre la seguridad ciudadana, perjuicios en infraestructuras viales, etc.) está asociada a las sueltas de ejemplares de las granjas cinegéticas.