La cita será el 19 de junio en Dima. La asociación Adecap celebrará ese día su vigésimo cuarta edición del Cazador y el Pescador. La jornada se presenta más festiva y reivindicativa que nunca por varios motivos: el papel estelar que va a jugar la mujer cazadora y el anuncio de movilizaciones tras las elecciones debido a la creciente presión que soporta la actividad cinegética.
Así de contundente se expresa el presidente de la Oficina Nacional de la Caza y la asociación en defensa de los cazadores y pescadores vascos, José Antonio Sarasketa. “La presión que tenemos en la mayoría de las comunidades contra la caza empieza a ser insoportable y planeamos una gran manifestación que colapsará Madrid, como ya hicimos en 2008”.
A los asistentes a aquella movilización –“la más grande que se ha celebrado en la capital según nos reconocieron distintos organismos”- también podrían sumarse productores rurales, pescadores y protaurinos. “Cada vez nos sentimos más presionados. En Castilla-León se quiere acabar con la caza y no vamos a permitirlo, tenemos que gritar un ‘basta ya’ alto y claro, ya que las instituciones parecen tenerle terror al ecologismo mal entendido”.
Miguel Angel Romero, otro veterano en estas lides, también apuesta por la reivindicación como herramienta en defensa de la caza, la pesca y el medio rural. “Tenemos que mostrar que no somos cuatro. Somos un colectivo importante, que tiene una forma diferente de ver la Naturaleza, y que tiene gran influencia con su voto. Se olvidan de que lo que más nos importa después del trabajo y la familia es esta afición”.
Romero cree, además, que Dima puede ser un buen altavoz para lanzar estas consignas ya que “es la cita más importante” que hay a nivel estatal por número de asistentes y la calidad de los espectáculos que se ofrecen.
También el experto medioambiental Julen Rekondo ve en el Día del Cazador y el Pescador una fiesta “especial”. “También nos juntamos allí personas que creemos que la caza responsable y sostenible juega un papel fundamental y positivo es una aliada de la biodiversidad. Ayuda a regular las poblaciones de corzo y jabalí, y también evita accidentes de tráfico y daños en el medio agrícola”.
Por último, Rufino Eizmendi hace referencia a la evolución que ha tenido esta jornada. “Estamos a punto de cumplir 25 años y aún recuerdo cómo surgió, en un txoko de Durango. Ha tenido recorrido y hemos demostrado que hay que pelear, seguir en la lucha, para no tener que colgar la escopeta”.