Las sospechas
que cazadores de la provincia
hicieron públicas el
pasado mes de agosto
parecen confirmarse y, al
menos, dos personas han
sido tratadas en un centro
hospitalario por tularemia.
En ambos casos, parece
que el contagio se produjo
tras manipular liebres
capturadas en cotos de la
comarca de Tierra del Pan.
Cazadores consultados
confirmaron a este diario que
los primeros afectados por
esta enfermedad, que
transmiten animales como
liebres o topillos, son un
vecino de Villalube, pero que
reside en Vitoria, y una
vecina de la localidad de
Aspariegos.
Sobre el primer caso, los
cazadores apuntaron que se
trata de un hombre, natural
de Villalube que reside
habitualmente en Vitoria,
aunque visita con regularidad
su pueblo natal y gran
aficionado a la caza. Este
hombre, ya jubilado, pudo
contagiarse de tularemia el
durante la festividad de
Todos los Santos, mientras
manipulaba una liebre que
había capturado en el
coto local. Al parecer, este
vecino de Villalube pudo
infectarse porque
tenía un corte en una
mano y al «limpiar» una
liebre, su sangre se
mezcló con los fluidos
del animal. Pasado el fin de
semana festivo,
regresó a Vitoria y, a
los pocos días,
comenzó a sentirse
mal por lo que
decidió acudir al
médico.
Los primeros
síntomas apuntaban a
que este cazador de Villalube
podía padecer una
gripe, sobre todo porque
presentaba un cuadro de
fiebre muy alta, aunque al
comunicar al personal
sanitario que había
estado en contacto con
liebres, las pruebas
practicadas arrojaron
posteriormente un
diagnóstico positivo
por contagio de tularemia.
Este vecino
permaneció dos
semanas ingresado en un
centro sanitario de Vitoria
donde, afortunadamente,
pudo superar esta
enfermedad infecciosa
provocada por una bacteria
denominada Francisella
Tularensis y que transmiten
animales como liebres o
topillos.
Del segundo caso, se
conocen menos detalles
aunque, según
cazadores consultados, se
trata de una vecina de
Aspariegos, que pudo
contagiarse por manipular
una liebre que su marido
llevó al domicilio,
aunque también se
ha recuperado tras ser
atendida en un centro
hospitalario. Tal y como ya
advirtieron el pasado mes de
agosto cazadores de la
comarca de Tierra de
Campos, aficionados a la
caza en Villalube apuntaron
que «este año se ven
muchas liebres muertas,
incluso cerca de las
carreteras que
podrían haber muerto
por tularemia»,
cadáveres que los
cazadores han encontrado en
los términos
municipales de Villalube,
Gallegos del Pan o
Malva.
Ante estos hallazgos
algunos aficionados, han
optado por analizar los
ejemplares capturados antes
de consumirlos y
después de ser
cocinados para evitar
posibles contagios.
En este punto,
reconocieron que «a simple
vista» es posible distinguir
qué ejemplares de
liebre están
infectadas por tularemia
porque «no corren y dan giros
como si estuvieran
desorientadas», mientras que
los animales sanos «se
desplazan a gran velocidad».
Además, apuntaron
que, a diferencia del pasado
año, durante la
temporada de caza actual «se
ven muchas liebres y
perdices», por lo que las
probabilidades de que la
tularemia pueda expandirse
son mayores.
De otro lado, cazadores
apuntaron que las liebres que
fallecen por tularemia
podrían haberse
infectado por comer topillos
o por herbicidas que se
utilizan en el campo. La
tularemia tiene un periodo de
incubación de uno a
14 días, los mismos
que dura el tratamiento con
antibióticos.