El libro Los secretos de Keranlouan de Patrick Morin es una obra imprescindible para los cazadores interesados en que su compañero de partida realice su labor con éxito. La exitosa labor de adiestramiento de perros de caza desarrollada por Patrick Morin en la localidad bretona de Callac, ha quedado recogida en el libro Los secretos de Keranlouan, una obra editada originalmente en francés y que tras el gran reconocimiento obtenido en su país ha sido traducida al inglés, al italiano, al castellano y al ruso.
En esta obra y en el trabajo que desarrolla en su centro de adiestramiento, Morin propone un cambio radical en la labor de educación de los perros de muestra. El método tiene su origen en el momento en el que el autor del libro tomó conciencia “de que los perros son animales sensibles, inteligentes”, y desde entonces “no he parado de prestar atención a su comportamiento para poder comprenderlos mejor”.
Frente a otras teorías que se decantan por iniciar la preparación del perro cuando este tiene 8 o 9 meses, Morin “inicia su trabajo con un planteamiento de educación de base desde las cuatro o cinco semanas de vida del perro”, señala Gabriel Álvarez, criador de Cornellá que desde hace dos décadas acude al centro de Callac.
Patrick Morin es un apasionado de los perros que desde hace medio siglo trabaja en el adiestramiento canino, ya que cuando era niño “salía de la escuela corriendo para ir a ayudar a su padre Guy en las labores que este desarrollaba para educar a los perros”, apunta Álvarez. De hecho, el método desarrollado por su padre alcanzó su primer éxito con ‘Tintin de Keranlouan’, un épagneul bretón con el que revolucionó el mundo del perro tras ganar en 1975 la Copa de Europa de caza práctica. El padre, de hecho, había abandonado su trabajo como funcionario para dedicarse a tiempo completo a la educación de perros y abrió así “una nueva época en el adiestramiento de los bretones”, señala Álvarez.
La labor desarrollada primero por Guy y que Patrick sigue con éxito y reconocimiento internacional se basan en iniciar el contacto del perro con el campo a las cuatro o cinco semanas de vida. “Las primeras act ividades están dirigidas a sacar la motivación del perro trabajando con plumas”, indica Álvarez.
Versatilidad
El proceso de adiestramiento prosigue a medida que va creciendo el perro con el trabajo con palomas mermadas, continúa con el trabajo de cobro, sigue con los cobros en el agua para familiarizarse con el medio acuático y en sus últimas etapas incide en la labor en el campo. Tras superar esas fases, Álvarez señala que el perro “entra en contacto con la caza real en diferentes biotopos para lograr su versatilidad para trabajar en diferentes terrenos”.
El propio autor del libro reconoce en la obra que “dejando a un lado el adiestramiento, le aseguro al cachorro una iniciación básica poniéndolo muy pronto en contacto con la naturaleza. De este modo, le transmito a mis epagneuls la necesidad de obedecer aprovechándome de sus cualidades naturales”.
La obra publicada por Morin, que está considerada por algunos aficionados como “la Biblia del cazador con perro de muestra”, ayuda a analizar las reacciones de los cachorros, para guiar con mucha pedagogía sobre los gestos y actitudes que debe adoptar quien está inmerso en la labor de adiestramiento. Además, las explicaciones incluidas en el libro permitirán “desarrollar una bonita complicidad con el animal”.
Potencialidad
Además de definir a Morin como “un adiestrador obsesivo con la educación de los perros” y de asegurar que “un perro nunca termina de ser educado”, el criador catalán desvela que una de las claves del método Keranlouan radica “en que el perro tenga buenos recuerdos del trabajo realizado y que eso la tarea desarrollada no suponga un sacrificio. Por ello, es necesario que el perro reciba un premio al finalizar su labor, para que termine con una sensación positiva.
Mediante el método desarrollado por Morin y aplicado a los ‘bretones’ que desarrollan su trabajo con aves de cobro como perdiz, codorniz, faisán o becada, se logra, por ejemplo, revertir la situación de “perros que son un poco tímidos o que parece que no son buenos y que se desechan para la caza. El trabajar con cachorros permite sacar todo su potencial, evitar que haya perros desaprovechados y que todos funcionen”, según Álvarez.
Con ‘Los secretos de Keranlouan’ el adiestrador pretende también “que la gente entienda que un perro puede ser ‘bueno’ o ‘malo’, en muchas ocasiones, en función de los fallos que cometemos los cazadores”.