La nueva
consejera de Agua,
Agricultura y Medio
Ambiente, Adela
Martínez-
Cachá, ha eliminado
la Dirección General
de Medio Ambiente y ha
trasladado todas estas
competencias a tres nuevos
departamentos: la
Dirección de Calidad
y Evaluación
Ambiental, la de Impulso
Socioeconómico del
Medio Ambiente, y la de
Desarrollo Rural y Forestal.
La nueva
distribución deja en
manos de la
Dirección de Calidad
y Evaluación
Ambiental todos los asuntos
relacionados con la
evaluación de
impacto ambiental. Con la
creación del
Departamento de Impulso
Socioeconómico del
Medio Ambiente se traslada
la planificación de
proyectos y la
tramitación del Plan
Natura 2000 a un
departamento concreto e
independiente. Y por
último, la
gestión de montes,
caza y pesca fluvial, junto a
la política forestal y
de regadío, es
asumido por la
Dirección de
Desarrollo Rural y
Forestal.
Esta nueva
distribución de
competencias es calificada
por Ecologistas en
Acción como un
“cambio que
traerá
descoordinación y
empeorará la
gestión”, ya
que es una decisión
que va a mezclar
competencias tan
importantes como las
cuestiones “forestales
y los incendios con los
regadíos”.&nbs
p;
Fuentes de la
Consejería
consultadas por eldiario.es
Región de Murcia
aseguran que el cambio es
una
“reestructuració
;n de competencias que
pretende mejorar lo que ya
había”, y
consideran la medida de la
Consejería de Agua,
Agricultura y Medio Ambiente
como “una
decisión
política de la nueva
consejera, tras consultar a
asesores internos y externos
sobre el tema”. Sin
embargo, la
asociación ecologista
señala que este
cambio «a un modelo de
hace 30 años» puede
ser fruto de algún
tipo de “acuerdo
reciente para la investidura
de Pedro Antonio
Sánchez”.&nbs
p;
Desde la
Consejería de Agua,
Agricultura y Medio Ambiente
se garantiza el cumplimiento
de todas las competencias y
el trabajo de todo el personal
existente, al que hay que
añadir la
“incorporación
de nuevos
responsables”.
Por último,
Ecologistas en Acción
vaticina que esta nueva
decisión
tendrá “graves
consecuencias por dificultad
el cumplimiento de los
compromisos
ambientales”, y
concluyen señalando
que lo único que
pretende la nueva consejera
es dar respuesta a unas
posiciones
“intransigentes y
retrógradas del tejido
empresarial murciano, ajenas
a las grandes directrices
europeas y a los tiempos que
corren”.