N.G.- Los cazadores están de enhorabuena ante lo que supone una nueva victoria a la unidad en la defensa de sus derechos. El Ministerio del Interior ha retirado definitivamente el Reglamento de Armas y ha presentado en su lugar un texto que supone la adaptación de la normativa en vigor a las exigencias europeas en esta materia.
Era lo que esperaban las organizaciones más representativas del sector, después de las más de 21.000 alegaciones presentadas a la propuesta de reglamento. Para el presidente de la Oficina Nacional de la Caza (ONC) y de la Asociación para la Defensa del Cazador y el Pescador Vasco (Adecap), Juan Antonio Sarasketa, «esta presión, a la que han contribuido todas las asociaciones y los medios de comunicación, les ha hecho darse cuenta de que habían metido la pata».
A su juicio, el reglamento que se planteaba era «inaplicable» y sus responsables, una comisión de especialistas de los ministerios de Industria, Defensa e Interior, cometieron una «barbaridad» al presentarlo en sociedad, a pesar de las quejas de Defensa e Industria. «Es incomprensible que unos profesionales dedicados a las armas hayan pretendido sacar esa normativa», destaca.
diez DíAS PARA ALEGAR Afortunadamente, la nueva redacción del texto no perjudicará la viabilidad de los sectores económicos relacionados con la actividad cinegética, ya que «se ha retirado todo lo que pedíamos», salvo un artículo relativo a la inutilización de armas antiguas, que era «el único punto que planteaba problemas de seguridad pública», explica el secretario de la ONC, Pedro Morrás. «Las armas viejas con certificado antiguo habrá que inutilizarlas de acuerdo a la normativa nueva. Pero esto no ocurrirá con las que se hereden o cuando se regalen a un hijo», precisa. En su opinión, «no se puede discutir sobre el asunto, por lo que debemos aceptar lo que señala en este punto, aunque quizá se puedan introducir matizaciones».
El Gobierno español tenía pendiente adaptar su legislación al marco legal europeo, por lo que los cazadores esperaban novedades normativas. La que se aplicará ahora, que es la «adaptación pura y dura» a las directivas de la UE, es bienvenida para los cazadores frente al planteamiento anterior. «Ya que había que hacer una modificación, preferimos que sea esta y que nos dejen tranquilos durante cinco o seis años, porque cada vez que hay un cambio legislativo vamos a peor, nos machacan más», añade. Ahora bien, Morrás aconseja a todos los interesados leerse la nueva regulación cuanto antes, pues esta vez sólo hay diez días para presentar alegaciones. El plazo se cierra el 20 de abril.
ARMERÍAS EIBARRESAS En la Asociación Armera, con sede en Eibar, también respiran tranquilos. Su gerente, Marta Gómez, que advertía de que con el Reglamento de Armas tendrían que desmantelarse todas las industrias armeras de Debabarrena, cree que el nuevo texto «no afectará ni a fabricantes ni a usuarios». Gómez lamenta, en cualquier caso, que «una actividad legítima y reglamentada tenga que ser puesta una y otra vez contra las cuerdas. No está el horno para complicar la labor de nuestras empresas», advierte.
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