Santiago de Compostela (Galicia) fue el lugar escogido por la Federación Española de Caza para celebrar una nueva jornada del Observatorio Cinegético este pasado sábado. «La situación de la caza en España: Daños en los cultivos y especies cinegéticas» ha sido el título del acto, al que acudieron más de 200 asistentes y que se ha organizado conjuntamente con la Federación Galega de Caza.
Estas jornadas, que se han desarrollado en sesión de mañana y tarde, han estado dirigidas a sociedades de caza, titulares de cotos, agricultores, gestores cinegéticos, técnicos, etc; sectores preocupados por los daños consecuencia de la fauna salvaje.
La inauguración de las jornadas ha corrido a cargo del conselleiro do Medio Rural de la Xunta de Galicia, Samuel Juárez, que estuvo acompañado de Andrés Gutiérrez, presidente de la Real Federación Española de Caza; José María Gómez Cortón, presidente de la Federación Gallega de Caza; y Ricardo García-Borregón, director general de Conservación de la Naturaleza de la Xunta de Galicia, quien fue el encargado de clausurar el acto.
Tal y como estaba organizado, el foro estuvo estructurado en tres mesas de trabajo en las que se abordó todos aquellos aspectos relacionados con esta problemática que tanto preocupa al mundo rural y cinegético, siempre con la intención de aportar información y sobre todo, aunar estos dos conceptos: caza y agricultura.
Es por ello que el principal de los debates se centró, sobre todo en la creciente expansión de especies de caza mayor, fundamentalmente el jabalí, y la explosión de las poblaciones de conejo en algunas zonas españolas; primero, exponiendo la situación e informado de la realidad y luego buscando posibles soluciones a dichos problemas.
La jornada se abrió con la Mesa Jurídica titulada «¿Es posible un sistema más justo?» y en la que participaron miembros de la judicatura, expertos en derecho agrario y cinegético, expertos de otros países comunitarios y responsables de la administración; Ana Díaz, profesora titular de derecho civil de la USC; Agustín Calcerrada, magistrado-juez de Manzanares; María Teresa González, abogada y asesora jurídica de la FGC; y Miguel Lamela, abogado especialista en asuntos cinegéticos y agrarios. Entre las conclusiones unánimes de esta mesa, se ha puesto de manifiesto la necesidad de introducir cambios legislativos, en el aspecto responsabilidad, acordes con la situación actual.
Tras un breve descanso, continuaron con la Mesa Técnica «Experiencias y herramientas para limitar los daños», en la que colaboraron expertos de diferentes autonomías en la prevención y lucha contra los daños tanto de especies de caza mayor como de menor. La participación en esta mesa del coordinador de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente ha sido una de las más esperadas, y Óscar Prada no defraudó, fue tajante en el apoyo de su Fundación a la caza, como herramienta de gestión de espacios y especies y por lo tanto imprescindible en la prevención de los daños como elemento regulador de las especies que los producen. Participaban además Javier Sánchez, ingeniero de montes de la Federación Riojana; Ángeles González, veterinaria y miembro del gabinete técnico del INLUDES; y Manuel Iglesias, ingeniero de montes y director técnico de Aproca Galicia. Entre sus conclusiones cabe destacar el reforzamiento de las medidas preventivas tendentes a reducir y paliar los daños.
Finalmente, tras el almuerzo se dio paso a la Mesa social bajo el epígrafe «Buscando soluciones para minimizar el conflicto». En ella formaron parte diversos representantes de los agricultores, de las sociedades de cazadores y de la administración. Moderaba el vicepresidente de la FGC y presidente de la asociación lucense de caza, José Luis Valcárcel, participaron como ponentes Jesús Marquina, jefe del Servicio de caza y pesca de la Xunta de Galicia; Charo Sánchez, del Sindicato Labrego Galego (COAG); Juan García, del Sindicato Xóvenes Agricultores (Asaja); Custodio González de Agroseguro; y Juan de Dios García, presidente de la Federación de Caza de Castilla la Mancha. Entre las conclusiones merece especial atención la implicación de todos los agentes sociales, todos ellos favorables a que la responsabilidad, para paliar las consecuencias de la fauna salvaje, sea compartida en un contexto de defensa de la biodiversidad.
Posteriormente, se procedió a debatir y a extraer las conclusiones en las que los debates dieron pie a encontrar, entre todos los participantes, diversas fórmulas para hallar de forma responsable posibles soluciones a los problemas planteados y que tanto afectan a los diveros sectores. En esta ronda, en la que la participación fue cuantiosa, los asistentes demostraron profundos conocimientos respecto a la realidad y la situación del tema que se estaba debatiendo.
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