El animal ha sido provisto con emisores de GPS y radio para que los técnicos de la Dirección General del Medio Natural puedan realizar un seguimiento de sus movimientos y controlar su readaptación al hábitat.
El oso Beato ha sido liberado en una zona tranquila, cercana al lugar en que fue capturado, alejada de núcleos de población y con abundante comida. Además, el personal de la Dirección General ha distribuido carroña en el entorno para facilitar su fijación en la zona y su adaptación a la vida en libertad durante los próximos días.
Antes de la suelta, Beato ha sido sometido a un chequeo completo, donde se ha certificado su buen estado de salud. El peso actual del ejemplar es de 53,8 kilogramos –frente a los 31,4 con los que llegó al CRFS–, mide 94 centímetros de largo y cuenta con 15 meses de edad. La herida en su pata se encuentra completamente cicatrizada, pudiendo valerse de ella para encontrar comida, mover troncos e incluso trepar.
El plantígrado fue apresado el pasado 24 de enero tras dos meses de operativo de seguimiento y captura en el que en todo momento se siguió el Protocolo de Intervención de Osos adoptado en 2017 por las cuatro comunidades autónomas de la Cordillera Cantábrica (Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia), y en el que participó el personal de la Dirección General del Medio Natural, del CRFS y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Tras su captura, se le trasladó a unas instalaciones específicas del CRFS inauguradas en 2017 y especialmente habilitadas para grandes mamíferos. Este habitáculo cuenta con un sistema de vigilancia permanente que permite monitorizar a los animales y minimizar el contacto con el ser humano, con el objetivo de evitar que se acostumbren a la presencia de personas, facilitando así su vuelta al medio natural.
Durante su estancia en el CRFS, además de los controles veterinarios periódicos por parte del personal del Centro, se aplicó a Beato un programa de enriquecimiento en el que trabajaron los veterinarios del CRFS y personal del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, con el objetivo de introducir estímulos para evitar el estrés del confinamiento y maximizar las posibilidades de adaptación a la vida en libertad.
Tras varios exámenes, se determinó que su lesión en la pata delantera izquierda era debida a un traumatismo con un posible empeoramiento producido por abrasión de sus propios lamidos, un comportamiento frecuente en este tipo de animales y lesiones. En todo caso, se descartó como causa el disparo. Las radiografías mostraban la rotura de la muñeca y la falta de dos tercios del radio, lesiones irrecuperables pero que no impiden al oso el movimiento.
El animal ha mostrado siempre un comportamiento propio de su edad y condición, activo en la búsqueda de alimento. Su alimentación ha estado basada en carroña de venado, ciervo y corzo, frutas (madroño, arándano y frambuesas, entre otras), avellanas, nueces, castañas, insectos, brotes y hierba.
El Gobierno de Cantabria agradece el trabajo y la dedicación de todos los profesionales de la Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación y del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaescusa, dependiente de la misma Dirección General, que han hecho posible la favorable evolución del oso.
Asimismo, quiere agradecer la valiosísima colaboración del personal del Parque de la Naturaleza de Cabárceno y el apoyo fundamental del Principado de Asturias, la Junta de Castilla y León y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.