El oso pardo se asienta en Galicia
Varios machos jóvenes mantuvieron su presencia por la sierra de O Courel a lo largo del pasado año // Dentro del plan Life este mes arrancará la plantación de 100.000 árboles frutales para alimentar a los plantígrados.
Galicia, las sierras orientales de Ancares y Courel, se posicionan, de nuevo, como territorio propicio para el asentamiento del oso pardo. Desde la Fundación Oso pardo (FOP) corroboran que en esas montañas lucenses se ha detectado la presencia, desde el pasado invierno, de varios machos jóvenes que se adentran en el territorio galaico en busca de nuevos horizontes y de alimento.
Esta circunstancia parece ser indicativa de que el proceso de recolonización por los plantígrados avanza de manera positiva.
Óscar Rivas, biólogo de la Asociación Galega de Custodia do Territorio, que colabora con la FOP y la Xunta en la gestión del Plan Life para la conservación del oso en las montañas de O Courel, confirma también la presencia constatada de estos animales salvajes a lo largo de todo el año, «lo que es signo indicativo de que se está aclimatando a la zona», asegura.
Las huellas, excrementos y pelos, rastros dejados por los osos en sus exploraciones del territorio, confirman la estancia de esos machos durante todo el invierno en la geografía gallega.
Rivas explica que hablar de hibernación de los plantígrados en suelo gallego es prematuro, puesto que los osos, salvo en época de mucho frío y presencia prolongada de nieve que dificulta el conseguir alimento, suelen mantener la actividad.
El cambio climático está propiciando que los inviernos sean cada vez menos crudos y la presencia de nieve se limita a fechas puntuales en las sierras de Ancares y Courel. Esta circunstancia, en los machos, facilita que mantengan su presencia activa casi a lo largo de todo el año.
DESDE ASTURIAS Y LEÓN. Desde la FOP aguardan que tanto este invierno como en los próximos se mantengan en la comunidad gallega las incursiones de osos jóvenes procedentes de Asturias y León, lo que confirmaría que a medio plazo los plantígrados podrían estar asentados, con la presencia de osas reproductoras.
Según los censos de la Fundación Oso Pardo del pasado año, en el conjunto del área cantábrica occidental había registradas 31 osas, que criaban a un total de medio centenar de oseznos. Esta cifra implica que la población de estos animales se ha mantenido estable en los últimos años.
PLANTACIONES. Uno de los objetivos del plan Life oso Courel, que arrancó en 2017, pasa por plantar en las sierras lucenses 100.000 ejemplares de árboles y arbustos que servirán de fuente alimenticia a estos animales.
Según indica Óscar Rivas, se trata de crear pequeños bosques en los que los osos puedan encontrar frutos y bayas que componen su dieta. La mayor parte serán cerezos silvestres, recolectados en la propia sierra y viverizados. También plantarán serbales, manzanos y arraclanes, entre otras especies.
El biólogo informó que ya se han formado dos brigadas de cinco operarios cada una y que las máquinas trabajan en hacer los agujeros para los plantones. La primera fase de esta plantación arrancará en los próximos días y se continuará en el próximo otoño-invierno.
Para Rivas, la vuelta del oso a Galicia «es una realidad». Añade que los esfuerzos realizados «están dando resultado» y cree que la presencia de estos animales tiene «más cosas positivias que negativas». Entiende que pueden ser un revulsivo, un grano de arena más, en el terreno del turismo verde que ayude a mejorar la maltrecha economía de las sierras lucneses, que se están despoblando a pasos de gigante. Apuesta por ver el lado positivo y cree posible la convivencia con los vecinos.
Fuente. El Correo Gallego