Ya hasta los más susceptibles de contar con una pasa tardía de palomas torcaces han tirado la toalla y los puestos se hallan casi desvencijados. Ni los vientos del sur ni las temperaturas cálidas ya entrados en noviembre han servido para que los bandos de palomas, que al parecer siguen ocupando la zona central y sur de Francia, hayan decidido cruzar los Pirineos en busca de las dehesas extremeñas para pasar el invierno. Así que los vizcainos se han quedado, y salvo milagro o algún temporal de última hora, a verlas venir.
Hasta el «termómetro» vecino de avistamientos en los cuatro puntos de Iparralde de «palombe.com» se desconectó el pasado día 11 de noviembre, dejando la cifra más baja de palomas contadas desde 1999, con un millón veintiocho mil azuladas sumadas en sus registros para este 2010. Contadas por miles, las cifras de palomas torcaces fueron de 1.310 en 2009, 2.208 en 2008, 1.643 en 2007, 1.520 en 2006, 2.477 en 2005, 1.820 en 2004, 1.624 en 2003, 2.052 en 2002, 1.828 en 2001, 1.556 en 2000 y 2.787 en 1999.
nada Aunque no deja de ser un referente del paso por este lado de Pirineos, parte de esas palomas es la que se acerca a las costas vascas que llegan bordeando o desde el mar a los cielos vizcainos, este año huérfanos de algún día que reseñar en octubre o primeros de noviembre. Lo que más ha descolocado a los cazadores de pase han sido las jornadas de viento sur y suroeste, con temperaturas de 20 y 22 grados, en las que los bandos no llegaron. El 22, 26 y sobre todo 27 y 28 de octubre, además del 5 y 12 de octubre, que fueron espectaculares en lo climatológico pero sin torcaces.
Con todo, palomas han pasado, ya que sí que ha habido jornadas de pase a gran altura y sobre cielos del centro y este guipuzcoano o navarros, que luego también se han dejado ver por pasos de Álava o Rioja, por ejemplo, con destino al sur y suroeste peninsular. Pero desechando zonas tradicionales otrora de gran renombre para la «pasa» y donde las capturas han sido ínfimas este año. Que les pregunten a los que han pagado dinerales por puestos en tierras navarras, sorianas o riojanas y que han acabado la campaña casi como empezaron. Los diversos frentes del Atlántico no han ayudado, ni las nieblas que han ocupado los pasos pirenaicos, pero ni siquiera en las treguas de tiempo ha habido una «pasa» más o menos normalizada.
malviz La más pequeña de las aves cazables en el Estado comenzó bien pronto su pase sobre nuestros cielos de Bizkaia, en los días de la apertura, los 11, 12 y 13 de octubre pasaron muchísimas, pero luego ni octubre ni primeros de noviembre tampoco han sido lo que suelen ser. Sí que han llegado, pero de forma irregular y contada. Para el cuaderno de bitácora cinegética quedan los días 17 y 18, luego los 25 y 26 de octubre, en los que hubo zorzales, pero tampoco como en aquellas largas jornadas de pase de hace apenas media docena de años. Aunque sabido es que los zorzales viajan de noche y pueden hacer muchos kilómetros. También anteayer y ayer se dejaron ver, junto a algunas «bolas» de palomas a gran altura por la costa, pero este no está siendo un año de grandes alegrías para los que cazan malvices desde puesto.
Y en cuanto a la becada, tampoco se han registrado los movimientos propios de estas alturas del calendario, ya en plena segunda quincena de noviembre. Aunque sí han llegado unas pocas, en los lugares de avistamiento la escasez es la predominante.
Y quienes viajan a cotos de terrenos cercanos también vieron algunas el sábado, con menor incidencia el domingo, pero con pocos pájaros para lo habitual en noviembre. Habrá que estar atentos a ver si se produce algún cambio en estos días próximos.