Tras finalizar recientemente el plazo de alegaciones al Reglamento de Armas que ha elaborado el Ministerio de Interior, el sector armero espera que el Gobierno suavice sus aspectos más polémicos. Esta es la impresión, aún sin ningún dato concreto que la avale,
tanto de la Oficina Nacional de Caza (ONC) como de la Asociación Armera. Desde la ONC, su presidente, Juan Antonio Sarasketa, calificaba recientemente el reglamento de “tormenta que tiene visos de empezarse a diluir” y, tras reconocer que “está costando darle la vuelta” se mostraba esperanzado: “Algo me dice, y mis razones tengo, que vamos por el buen camino”.
La directora de la Asociación Armera, Marta Gómez, espera también que el conflicto se reencauce, pues asegura que de lo contrario se heriría de muerte a las armerías de Eibar, ciudad que concentra a los fabricantes y donde tiene su sede esta entidad. “Soy optimista. Creo que este texto lo prepararon entre técnicos de Defensa, Industria e Interior. Mantuvimos una reunión con altos cargos de este último Ministerio antes de Navidad y nos dijeron que iban a intentar arreglar este desaguisado”. No obstante, cree que hay poco más que añadir a lo explicado en ese encuentro y al contenido de las alegaciones. “Por nuestra parte, está todo dicho aunque, si quisieran, podríamos acudir a una reunión de carácter técnico”.
FALTAN EXPLICACIONES La Oficina Nacional de Caza (ONC) ha jugado un papel muy activo, tanto en las conversaciones con Interior, como en el proceso de tramitación de alegaciones. “Mandamos correos a las armerías, a las sociedades y a las grandes distribuidoras con un modelo de legación muy sencillo. No podemos saber con exactitud las que se habrán enviado luego a Interior, pero seguro que son muchísimas”, asegura el secretario de la agrupación, Pedro Morrás. Desde la ONC confían en el Gobierno central recapacite ante esta reacción unitaria y “se dé cuenta de que esto es un fregado inconcebible y que está metiéndose con muchísima gente sin necesidad”. Morrás reitera que el sector armero aún no ha recibido una explicación razonable sobre el porqué de este reglamento, ya que “se alegan motivos de seguridad ciudadana, pero no se ofrecen datos que avalen” que este aspecto sea preocupante. La ONC, según su secretario, está dispuesta a apoyar todas las medidas que refuercen la seguridad pública y, por ejemplo, ha aceptado el artículo 8 sobre armas inutilizadas, a pesar de que perjudica a los coleccionistas. “No hemos protestado porque entendemos que es posible reconvertirlas en armas reutilizables objeto de delincuencia”, puntualiza Morrás.
PERJUICIO IRREVERSIBLE El reglamento entrará en vigor probablemente después del verano, coincidiendo con el comienzo de la próxima temporada de caza. Si no es objeto de variaciones importantes, se perjudicará al sector cinegético de forma irreversible. Marta Gómez apunta que obligaría a las armeras eibarresas, actualmente agrupadas en un polígono industrial, a situarse en un descampado. “No se pueden adaptar a las exigencias del reglamento ni aunque quieran. Tendríamos que cerrarlas todas”.
A la espera de noticias más concretas, la ONC no se relaja y se prepara para lo peor. “No aceptamos el prohibir por prohibir. Somos gente razonable y queremos hablar y discutir los temas. Pero si esto no es posible, adoptaremos todas las medidas a nuestro alcance para impedir que el reglamento entre en vigor como está. Convocaremos manifestaciones o iremos a los tribunales. Lo que haga falta”, advierte Morrás.
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