Considera que la medida sería ineficaz y apuesta modelo de caza sostenible basada en la gestión de sus ecosistemas de cría y anidamiento La preocupación y el malestar que ha generado entre los diferentes sectores vinculados a la actividad cinegética la propuesta de una moratoria para la caza de la tórtola en Europa, está propiciada porque esa posible decisión “carece de la base de estudios científicos en profundidad”, según sostiene Luis Fernando Villanueva, director general de la Fundación Artemisan.
Esta entidad que tiene el objetivo de promover la gestión y conservación de especies de fauna y flora basándose en aspectos como la investigación, la comunicación o la defensa jurídica, acudió al comité NAGDG de la Comisión Europea que la pasada semana reunió en Bruselas a expertos europeos en las directivas de aves y hábitats. Ese organismo está analizando la propuesta para implantar la posible moratoria de la tórtola, que se está impulsando desde la Comisión Europea para tomar una decisión definitiva en las próximas semanas.
Aunque la reducción de las poblaciones de tórtolas es una evidencia, la ausencia de estudios precisos sobre sus causas hace que “carezca de sentido que ese hecho se atribuya únicamente a la caza”, sostiene Villanueva. De hecho, la gestión de la tórtola desde el punto de vista cinegético puede favorecer las poblaciones de esa especie, frente a la mayor incidencia que se genera desde otras actividades en la gestión de sus ecosistemas de cría y anidamiento.
Experiencias fallidas
La experiencia desarrollada en países como Inglaterra demuestra que no se ha conseguido solucionar la situación ni los problemas que se habían detectado. Villanueva apunta que “en su día se estableció una moratoria, pero eso no ha tenido como consecuencia que las poblaciones crezcan”. Además está acreditado que los cazadores son partícipes de la mejora de los hábitats, pero si no se caza, no se acometen esas actuaciones que generará el descenso de poblaciones.
Ante esa evidencia Villanueva cree necesario que “en poblaciones migratorias como es el caso de las tórtolas, hay que establecer soluciones conjuntas. De nada sirve llevar a cabo unas determinadas acciones en un país, si no hay un conjunto de acciones más allá de la referente a la caza, porque ya está demostrado que el problema que tiene la tórtola no está propiciado únicamente por la caza, sino que está motivado por la gestión que se realiza en torno a ella”.
Plan integral
Con la finalidad de evitar la implantación de la moratoria por parte de la Comisión Europea, desde Artemisan se pondrán encima de la mesa del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente una serie de medidas que van más allá de las restricciones cinegéticas para poder paliar este problema.
Esas actuaciones que se articularán en torno al Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Común en España que Artemisan presentará en breve, y que se pretende desarrollar durante cinco o seis años, compaginarán tanto campañas de sensibilización y de comunicación acerca de la problemática existente en torno a las tórtolas, la ordenación y coordinación de las vedas regionales, así como medidas de gestión relativas a los comederos y bebederos.
En el caso de la tórtola los expertos coinciden en señalar que los flujos migratorios han cambiado y que determinados usos agrarios tienen efectos nocivos sobre sus ecosistemas. Por ello se considera necesario que las medidas a adoptar incidiesen en estos dos aspectos.
A las consecuencias que la moratoria podría tener entre los cazadores, desde la Real Federación Española de Caza apuntan que llevar a cabo una iniciativa de estas características únicamente contribuye a propiciar “el desapego del mundo rural del proyecto europeo”.
Desde la Federación recuerdan que el posible cierre de la actividad cinegética sobre esta especie ni es vinculante ni tiene carácter legislativo, aunque ese organismo está dispuesto a seguir trabajando en todos los frentes para evitar que esta moratoria sea una realidad. Para ello pretenden actuar de forma coordinada tanto con las comunidades autónomas que son quienes tienen las competencias en cuestiones de caza, como con el resto de actores del sector cinegético.
Descartando el típico sarcasmos ecologista, seguro que Luis Fernando no ha leído el artículo. Porque lo explica bien claro
Seguir cazando una especie cada vez más escasa para ayudar a su recuperación. Gran idea ! (Léase con sarcasmo)