Aunque en materia de legislación cinegética pocas cosas me sorprenden, no deja de ser curioso que más de 1.400.000 cazadores y pescadores no consigan influir de manera determinante – salvo en contados casos – en los distintos partidos políticos. Y que conste que no ha sido por no haberlo intentado. De hecho, salvo a algunos pocos políticos les he oído decir públicamente que apoyan este arte. Quizá les dé temor contradecir los sentimientos de los que no comulgan con esta práctica. Bien, cada uno es libre de hacer lo que quiere, siempre y cuando respete los derechos de todos. Sin embargo es bueno recordarle a más de uno que 1.400.000 aficionados, sus familias y el sector armero y cartuchero pueden sin lugar a dudas inclinar la balanza política, por mucho que alguno entienda que lograr la unión de todos sea poco menos que imposible. Evidentemente no sea fácil, pero permítanme un apunte al respecto. Miren ustedes, a base de equivocarme, ser engañado, recibir múltiples palos, organizar dos manifestaciones que fueron históricas y un evento anual que por su capacidad de convocatoria es un referente en el estado, he aprendido que por encima de ideologías políticas, todos los cazadores del estado en materia de caza hablan la misma lengua y tienen las mismas inquietudes.
Quítenles cualquier cosa y lo soportarán, mejor o peor, pero no les quiten la caza que habrán acabado con una forma de entender la vida. Simplemente son cazadores lo llevan en los genes y están orgullosos de ello. Nada más. Un colectivo plural que les une el respeto a la naturaleza, por mucho que algunos no lo admitan. No seré yo quien les diga a quién deben votar, simplemente porque no debo hacerlo. Pero sí les diré que los retos que están pendientes son preocupantes: contrapasa, responsabilidades ante los accidentes de circulación por animales salvajes, reglamento de explosivos, prohibición de la caza en Ulia y Pasaia, humanización del campo, recuperación y repoblación de los ríos con especies autóctonas… Animo a los medios a que requieran a los partidos políticos su posicionamiento sobre estos temas. Muchos se lo agradecerán. Todos sabemos quiénes no nos quieren y desean acabar con estas prácticas sin argumento alguno.
Aquello de poner el otro carrillo pasó a la historia. El que la hace que la pague y si quieren confrontación la tendrán, con ideas, argumentos y denuncias de sus actuaciones. ADECAP ya lo ha hecho y lo seguirá haciendo, no lo duden. Por cierto y cambiando de tercio el pasado miércoles día 9, como les vaticiné 15 días antes, fue un gran día de pasa. Sonó la flauta. Apunten bien a la hora de votar.
Lo que hay que hacer no es esparcir nuestros votos por el sin fin de partidos que hay si no aglutinarlos en un partido propio y no solo es el 1.500.000 vots de pescadores y cazadores sino los de familiares tambien el sector armero y los trabajadores que trabajan en el sector y sus familiares sumar y vereis la cntidad de voto que nos llevamos.
No se si se puede ser mas plural. Apuntemos con nuestro voto a los anticaza. las pegatinas un acierto.
Estas preocupado Pedro? El puerto de Pasaia no tiene nada que ver con lo que se escribe en este articulo. Dejanos a los Pasaitarras que decidamos que hacer con nuestro voto. Yo por lo menos apuntare a los anticaza.Gora Ehiza!!
Yo creo que no debemos entrar en esto como dice Sarasketa. Gracias a dios, ya tiene este medio suficiente andadura como para haber pasado por otros procesos electorales y siempre nos enzarzamos en lo mismo. De todos modos, hay que ver algunos, basta que no se pronuncie en el articulo para que le reprochen…Luego a la hora de construir no estamos todos. Pero bueno, ya que sale Pasaia precisamente, quizas sea mejor idea que boten a Bildu como muchos hicieron antes y ahora se preguntan por que les caen hostias como las de Ulia.
Yo desde luego al PNV NO VOY A BOTAR NI DE CO??A, por más que hagas campaña, Sarasketa. Si se nos llena la boca con el respeto a la conservación del medio, mo me entra en la cabeza como el PNV está erre que erre a favor del superpuerto de Pasaia. Si eso no es degradar el medio natural, que venga Dios y lo vea. De mientras aquí todo el mundo callado. Que triste.