Con la temporada truchera casi olvidada en nuestra provincia, queda la alternativa de los embalses para aquellos quienes se resisten a colgar la caña. Concretamente, la pesca se autoriza hasta el 30 de septiembre en los embalses de Urkulu, Lareo y Arriaran. En estos enclaves la pesca se realiza fundamentalmente sobre especies invasoras: black bass, alburnos, percasoles, etc. La normativa actual aboga por intentar erradicar o al menos limitar las poblaciones de estas especies consideradas dañinas para el medio ambiente. Por lo tanto, ¿por qué no permitir su pesca durante todo el año?
De esta manera ganarían los pescadores, que tendrían un lugar donde podrían practicar su afición en cualquier época, y además se lograría un control más eficaz sobre estas especies. En muchas comunidades esto es lo habitual desde hace muchos años, y sería interesante que aplicara también en Gipuzkoa.
Por otra parte, llama la atención que actualmente en nuestros ríos sólo dispongamos de dos tramos (muy cortos, por cierto) declarados como ???de ciprínidos???. En estos lugares sí se puede pescar todo el año, pero teniendo en cuenta las grandes posibilidades que ofrecen muchos de nuestros ríos por la abundancia principalmente de barbos y loinas, sabe a muy poco lo que hay.
Sobre todo si nos fijamos en cómo tratan la materia en los territorios limítrofes. En Navarra, Araba y Bizkaia existen muchos más tramos de ciprínidos y éstos son mucho más largos. De hecho, resultaría muy conveniente fomentar su pesca, al tratarse de peces autóctonos que en el caso del barbo, además, ofrecen capturas de tamaño más que considerable y son muy peleones. De esta manera se podría conseguir reducir en cierta medida la presión sobre los salmónidos, cuyas poblaciones son más reducidas y delicadas, y que hoy por hoy soportan la mayor parte de la presión.
También sería una forma de impulsar la afición de la pesca entre los más pequeños, favoreciendo el relevo generacional de un colectivo que pierde licencias año a año. Los ciprínidos, además de ofrecer capturas muy importantes, son una excelente escuela de pesca para los que se inician, y sus poblaciones van en clara mejoría a medida que nuestros ríos van recuperando la calidad de sus aguas.