Al abandonar el primitivo ser humano el bosque y ocupar las planicies y zonas libres de bosques, tuvo que competir con multitud de animales. Primero para protegerse de ellos, ya que eran una presa más, apetecible para muchos depredadores, siendo su primera actividad la recolección. Posteriormente se hizo cazador y competidor por los mismos animales que otros predadores más especializados obtenían, bien apropiándose de ellos una vez cazados o de las carroñas abandonadas. En esos primeros pasos el ser humano se dio cuenta de la posible utilidad y el auxilio que los antiguos progenitores de los perros les podrían proporcionar, tanto como auxiliares en la caza como defensores de sus vidas y pertenencias, y desde entonces el hombre y el perro han vivido juntos haciendo lo que a unos su instinto y selección les ha dotado y a otros su inteligencia.
Así nació la caza de montería, que es una modalidad de caza mayor cuyo origen se pierde en el tiempo. En ella tienen un especialísimo protagonismo los perros de caza, ya que sin ellos sería imposible llevarla a cabo. La Montería Española es, sin duda, la caza mayor practicada en el Estado Español, única en el mundo por la existencia de la Rehala.
Ahora, en vísperas del comienzo de la temporada de caza menor y mayor, nos encontramos con el grave problema abierto con las rehalas, que pone en peligro la próxima temporada montera. Las normas que quiere imponer la administración afectarían de lleno a los sectores con menores recursos económicos, que tendrían que dejar de realizar su actividad de ocio como rehaleros teniendo que buscar salida a los perros de su propiedad, como puede ser el caso de parados, jubilados o personas con salarios bajos. De llevarse a cabo esta medida supondría la desaparición de gran número de rehalas lo que provocaría la imposibilidad de celebrar muchas jornadas cinegéticas con la negativa repercusión económica en las zonas rurales que viven de la caza y en el turismo interior y exterior que se acercan a practicar esta modalidad de caza.
Por el momento, y después de varias reuniones el Gobierno español (Ministerio de Empleo y Seguridad Social) no sólo no ha accedido a las peticiones que los representantes de los rehaleros y del sector cinegético en su conjunto han realizado, sino que ha dado una vuelta del tuerca haciendo aún más difícil e inviable el futuro de la rehala en España. Y como forma de presión se ha convocado el sábado día 13 de septiembre una manifestación en Madrid.
¡La rehala somos todos! La rehala es la esencia de la montería y la montería es la esencia de la caza. Y la caza somos todos y cada uno de los cazadores. Los rehaleros, cazadores, guardas, pastores, empresarios turísticos o titulares cinegéticos???, cuantos podamos y nuestras obligaciones lo permitan, debemos acudir a la manifestación. El futuro de las Monterías en la próxima temporada está en el aire.