N.G.- LA temporada general de caza menor va a llegar a su fin el próximo 31 de enero, excepto para aquellos amantes de la becada, que podrán seguir disfrutando de salidas al monte hasta el 13 de febrero en Gipuzkoa y Bizkaia. Muchos cazadores nos hemos quedado con un regusto un tanto amargo.
Ha sido una temporada extraña, irregular pero, ¿qué se pretende cuando se caza en un lugar completamente dependiente de las aves migratorias? Nuestra tierra es tierra de pase, tierra de grandes becaderos y de gente que ama la caza y la naturaleza salvaje. Sin cotos, nuestros movimientos son muchísimo más libres que en otros territorios y es esta libertad de movimiento la que nos tiene que hacer sentir orgullosos de cazar aquí. Las aves migratorias nos marcan el ritmo de la caza y esperando su llegada soñamos los cazadores.
Habrá años buenos, habrá años peores, pero una temporada nunca se repite, siempre depara nuevas sorpresas y eso nos ha convertido a todos los guipuzcoanos que practicamos la caza en gente paciente, con un tesón increíble, sabedores de que cualquier día puede ser tu día. Abatir una paloma tras haber pasado horas y días en un puesto sin ver nada, buscar una becada y seguir su pista con el perro hasta dar con ella haciendo frente a la orografía que nos rodea no tiene precio.
Sacrificados como pocos, no podemos dejar que nos quiten o limiten nuestra actividad con una nueva Ley de Caza o con un espantoso y extremadamente restrictivo Reglamento de Armas. El cazador de esta tierra se merece algo más que palos por todas partes. Se merece respeto. Al fin y al cabo, nosotros hemos decidido cazar aquí, en nuestra tierra. La unión del colectivo en torno a Adecap y la Federación Vasca de Caza es la garantía de que nuestras reivindicaciones sean escuchadas por los políticos.
Oso ondo Mikel. Ni un paso atras 😉