En España, desde
1979 se ha vedado la caza de
esta especie, y desde 1986
tiene la catalogación
de especie protegida aunque
esto no ha supuesto un
incremento en la
población hasta el
momento. Se le considera
una reliquia de la era glaciar,
pues tras este
período la
población se fue
desplazando a las regiones
frías de Europa y la
alta montaña.