Hay dos grandes diferencias entre el funcionamiento de las federaciones de caza en algunas comunidades de España, como Navarra, y el de las federaciones francesas. La primera y fundamental es que el país vecino marca como norma que todos los cazadores han de estar federados, lo que redunda en múltiples beneficios para el colectivo, como una mayor formación, una comunicación más efectiva, un completo aseguramiento ante posibles accidentes, etc. La segunda es que estas entidades asumen funciones ejecutivas y legislativas sobre el medioambiente, como la gestión y el control de las poblaciones no solo de especies cinegéticas, sino de todas las que tienen relación con estas, incluso aunque estén protegidas.
Así quedó patente en una reunión que, organizada por la Federación Navarra de Caza (FNC), se celebró en Pamplona la semana pasada entre representantes de la entidad que trabaja en la Comunidad foral por los derechos de los cazadores y dos miembros de su homóloga en el departamento francés de los Pirineos Atlánticos, que cuenta con cerca de 15.000 cazadores. En la cita participaron, por parte de la institución francesa, su presidente, Panpi Ezcurra, y David Acheritogaray, del servicio técnico; y por parte del organismo navarro, su presidente, José Ángel Remírez, y dos de sus asesores técnicos, el veterinario Nicolás Urbani y el ingeniero forestal Aitor Merino.
Desde la federación francesa, se indicó que ellos tienen la capacidad de participación decisoria activa en las leyes en torno al medioambiente. “En Francia -remarcaron-, los cazadores hemos asumido la función de proteger la naturaleza, lo que nos permite gestionar la fauna silvestre, la cinegética y la protegida, ya que trabajamos con especies como el oso o el quebrantahuesos, que influyen en animales que sí se pueden cazar”. En este sentido, alegaron que es muy importante aclarar a la población de las ciudades los beneficios que aporta el sector. “Les hacemos ver que, si no hay cazadores, van a tener problemas de cohabitación con jabalíes, corzos o ciervos. De hecho, los ayuntamientos de grandes ciudades como Bayona o Biarritz se ponen habitualmente en contacto con nosotros para pedirnos que intervengamos. Y no siempre esto quiere decir que vayamos con escopetas, ya que nuestra acción es mucho más amplia”, añadieron.
Por otro lado, sostuvieron que otro de los puntos positivos que poseen en Francia es la férrea unión con el mundo agrícola, lo que los convierte en actores muy relevantes y con gran peso de cara a las negociaciones que haya que desarrollar con la Administración. De hecho, a nivel nacional, la Federación Nacional de Cazadores de Francia gestiona un fondo económico (con los ingresos que recibe de sus federados) para compensar a los agricultores de los daños agrícolas. En España, en cambio, cada sociedad local de cazadores ha de hacer frente a los daños producidos en su coto. Sin embargo, todavía hay una diferencia más, puesto que, en Francia, las tasaciones y las valoraciones las realizan grupos de expertos de la propia federación y, además, si los agricultores afectados por los daños no toman medidas, en colaboración con los cazadores, en el segundo año ven reducidas estas compensaciones en hasta un 80%.
Al asimilar el funcionamiento de las federaciones de caza en España, ambos representantes galos se quedaron sorprendidos, ya que entienden que la autogestión es clave para, por una parte, ofrecer a los cazadores un servicio integral y, por otra, para cooperar estrechamente en temas medioambientales con la autoridad competente, que confía plenamente en el trabajo técnico y de rigor que acometen los cazadores en la naturaleza.
El encuentro se había promovido para avanzar en la lucha contra la enfermedad de Aujeszky en los perros de caza, después de los últimos casos detectados en los valles navarros de Erro y Arce. Sobre todo, los cazadores navarros estaban interesados en conocer de primera mano el estudio que, desde hace varios años, se está desarrollando en Francia con la vacunación de perros.
Como se recuerda, esta patología no es una zoonosis, por lo que no afecta al ser humano. Cuando la infección llega a los perros (se contagian al morder a jabalíes infectados o al comer su carne cruda), estos animales sufren cuadros sobreagudos nerviosos y mortales. Contra esta enfermedad ya existe una vacuna para los porcinos, pero su uso en perros no está suficientemente testado. Según relataron Ezcurra y Acheritogaray, Francia comenzó una investigación con una vacuna porcina para perros después de que afloraran algunos casos de muertes de estos animales en el sureste del país hace tres años.
Ese estudio, en el que están participando alrededor de 170 perros, no ha finalizado todavía (se espera la publicación de un artículo este mismo año para exponerlo), aunque los cazadores ya conocen los primeros resultados. Según se ha constatado, el 75% de los animales vacunados generó anticuerpos para luchar contra la enfermedad, aunque en un pequeño porcentaje de perros, estos no fueron lo suficientemente fuertes como para vencerla definitivamente. De los canes analizados, solamente dos mostraron síntomas graves de Aujeszky, si bien no murieron. El estudio científico se está realizando conjuntamente entre la Federación Nacional de Cazadores de Francia y la Escuela Nacional de Veterinarios del país vecino. De hecho, Ezcurra y Acheritogaray apuntaron que algunos veterinarios han solicitado que el estudio continúe, para averiguar si la descendencia de los perros vacunados pudiera nacer ya con esos anticuerpos, lo que contribuiría a conseguir la inmunidad de la especie.
En España, la FNC está trabajando intensamente en combatir el Aujeszky en los perros de caza, tratando de que el Gobierno se implique y colabore en la búsqueda de soluciones efectivas. Una de las iniciativas que están encima de la mesa es, siguiendo el ejemplo galo, mejorar en la comunicación de los casos detectados, aplicando un protocolo de seguimiento. En Francia, la autoridad competente recoge los animales muertos, con el objetivo de analizarlos y estudiar, de ese modo, el impacto de la enfermedad. En cambio, allí no llevan a cabo un seguimiento en los jabalíes cazados, como sí se hace en España.
Los cazadores franceses revelaron que, hasta este año, creían que el Aujeszky no había aparecido en los Pirineos Atlánticos. “Hace unas semanas, se registró un caso positivo en un cerdo doméstico en extensivo. El Gobierno se puso en contacto con el ganadero y se sacrificaron los 70 animales que había en ese lugar, además de que se realizaron muchos análisis de proximidad”, subrayaron, al tiempo que manifestaron que están preocupados por el avance de la enfermedad, ya que los jabalíes existentes en Navarra pueden cruzar a Francia y viceversa, y, por otro lado, hay muchos cazadores galos que vienen a cazar a la Comunidad foral. “Hay que estar alerta y trabajar juntos, porque tenemos que proteger a los cazadores y a sus perros”, reclamaron.
El avance en la vacuna en perros forma parte de la agenda de la estrategia que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación está diseñando, en colaboración con la Asociación de Rehalas Regionales Españolas Caza y Libertad (ARRECAL). Dentro de los puntos que se tratarán estará también, como se ha citado, el de la simplificación de la comunicación veterinaria de los casos sospechosos, con un protocolo que determine los cauces que se han de seguir cuando un perro exhiba síntomas de Aujeszky.
Trabajo conjunto
Próximas reuniones: El objetivo de la FNC es coordinar con su homóloga de los Pirineos Atlánticos mesas de trabajo específicas sobre determinados temas, así como intercambiar información para avanzar en un marco colaborativo que se alargue en el tiempo. Igualmente, se quiere estudiar la posibilidad de buscar vías de financiación conjuntas mediante ayudas europeas.
Reglamentos europeos: Al igual que ocurre en España, el colectivo de cazadores franceses está preocupado por la presión animalista en el seno de la UE, que está tratando de que los reglamentos europeos sobre bienestar animal que afectan a la tenencia responsable y el transporte de perros y hurones supongan, de facto, la prohibición de la caza.
Fuente. NOTICIASDENAVARRA.COM