Grupos ecologistas presionan a la Diputación para reducir días de caza de la becada. Según un estudio reciente, sólo sobrevive a la temporada de caza el 37% de la población invernante de esta ave en Gipuzkoa, mientras que en Araba la tasa llega al 56%. Por lo que Solicitan la reducción del número de días hábiles a la semana de los siete actuales a tres y el Cierre de la caza de la becada el 31 de enero.
Solo el 37% de las becadas invernantes en Gipuzkoa sobrevive a la temporada de caza. En la vecina Araba, en cambio, se salva el 56%. Son datos de un estudio recién publicado, en el que ha participado la Sociedad de Ciencias Aranzadi, pero en el que han colaborado el Club de Cazadores de Becada y los guardas forestales. El resultado, comparativamente tan alarmante para esta ave en Gipuzkoa, ha llevado a los naturalistas locales a reclamar que la Diputación tome medidas. Por ejemplo que reduzca el número de días en los que se puede cazar: de los siete actuales por semana a tres.
La becada, de larguísimo y llamativo pico, es sin embargo un ave discreta. Su plumaje se confunde con la hojarasca de los bosques que habita, y es reacia a volar. Muchos que no practiquen la caza no verán una jamás, a pesar de que cría en nuestros montes y también inverna, procedente de más al norte. Los datos procedentes del anillamiento permiten distinguir la procedencia de las ‘víctimas’ y las supervivientes.
El llamamiento procede de Naturkon, un colectivo integrado por 16 entidades conservacionistas y naturalistas de Gipuzkoa. Según su comunicado, el ratio de cazadores es similar en ambos territorios, así que “las conclusiones son claras: el único factor capaz de explicar significativamente esa diferente mortalidad” con respecto a Araba es “la presión cinegética”. Esto se traduce en “el diferente número de días hábiles en una y otra normativa de caza”. En Araba ya son tres, y no todos los de la semana como en Gipuzkoa.
Si este fuera el único factor (“ojo, no tiene por qué serlo”, advierte Naturkon), “cada día hábil adicional a la semana se traduce en un descenso de la supervivencia de un 10%”.
Además de pasar de siete a tres días, Naturkon propone otras dos medidas: el retraso de 30 minutos en el horario de apertura matinal, “para evitar la caza de becada a la espera camuflada de caza de zorzales y paloma. El horario actual no tiene otro objeto que dificultar el trabajo de los guardas”, aseguran los ecologistas. Y también “anular la prórroga de la temporada establecida hace diez años”, de modo que “se vuelva a cerrar en la fecha tradicional general: el 31 de enero”.
¡Cómo se nota que Aranzadi está pagando los favores a la Diputación por las jugosas subvenciones que recibe!
Artikulu hau idatzi duenak ere mendian ez zituen oilagor asko ikusiko. Nahiz eta «gure menditan» kumeak areratzea oso «ohikoa» izan…