Al día de hoy, insisto, al día de hoy y no a mediados de Agosto, fecha de la desveda, hay codornices en número aceptable en las zonas eminentemente codorniceras y no en cualquier zona que por estar entablillada y pagar cantidades importantes piense alguno que debe haber codornices. No, las codornices no saben de acotados y si de hábitats adecuados para la cría y reproducción. Esto que parece una perogrullada al parecer no lo es tanto para algunos que venden tarjetas para cazar lo que no hay. ¿Qué pasará el 15/8 fecha de la desveda? Dependerá como siempre de la climatología.
Si caen por estas fechas un par de tormentas más, se retrasará un poco la cosecha, brotará el verde en algunos rastrojos y eso siempre es bueno para que aguanten. De todas formas los que seguro no marcharan son los muchos pollos de distinto tamaño que se ven ahora.
La humedad del campo les viene como anillo al dedo. El mismo aguazo (rocío) mañanero es suficiente para que las codornices beban y se sujeten donde no hay una gota de agua. Así que ojo en los lugares donde las botas se mojan al salir al campo porque es muy probable que la jornada resulte fructífera.
En cuanto a esos “correnoticias” que no han pisado el campo y hablan ex cátedra de las que hay o deja de haber más vale que se preocupen de entrenar bien al perro. Ser cazador de codornices no es salir a cazar solamente la mañana de la desveda y luego colgar la escopeta y atar el perro durante un mes. No, un cazador se forja cuando aguanta cazando hasta mediados de Septiembre, mate pocas o muchas. Importa que las trabaje, eduque al perro, valore las puestas después de 10 minutos de trabajarlas, y sobre todo no alardee de las que ha colgado.
Quédense con el que aporta voluntad, compañerismo, conocimiento, cariño hacia su perro y sobre todo humildad. A cazar se aprende cazando desde jovencito y a tirar tirando, bien sea en el monte o en los campos de tiro. Observen como un buen cazador en su vida social es un hombre de bien, respetado y querido. Y seguro que lo serán sus hijos si tienen la afición de su padre. No les verán haciendo botellón ni tomando drogas, porque para practicar este arte deberá madrugar, estar físicamente preparado y tener la cabeza despejada. Para terminar y al hilo de estas consideraciones les voy a contar un detalle que me llamo gratamente la atención cuando un buen amigo que ha recorrido medio mundo cazando, y mucho, me entrego su tarjeta de visita. Decía: A.E. “cazador y pensador”. Y es bien cierto, porque hacía muchas esperas y le daba tiempo a pensar.