Las
últimas nevadas que
han caído han
acumulado gran cantidad de
nieve en toda la
montaña leonesa.
Según la
Asociación Profesional
de Agentes Forestales de
León (Apafle) el
espesor de la capa en
algunos montes alcanza
más de un metro y
medio, con lo que la
disponibilidad de alimento
para los herbívoros
silvestres es muy limitada, a
pesar de reducir su actividad
para consumir la menor
cantidad de energía
posible, pero las
temperaturas extremas que
estos días azotan la
montaña es otro factor
que los debilita. Las bajas en
estos casos son debidas a
causas naturales, y por ello
afectan principalmente a los
ejemplares más
débiles, con lo que se
produce una selección
natural.
Sin embargo en
determinadas ocasiones se
aporta forraje desecado para
que la afección de los
temporales de nieve sea
menor en las poblaciones de
fauna silvestre. Esta
aportación no es
habitual ni es apropiada para
la fauna, ya que «son
animales silvestres que
deben mantener un
comportamiento silvestre y
acorde a las circunstancias
naturales», afirman
los medioambientales. Sobre
todo esta aportación
de alimento, cuando se
realiza, es aprovechada por
el ciervo, especie
cinegética de la que
se benefician los cotos de
caza existentes.
Con la cantidad de nieve
que aún permanece
en los montes, sobre todo los
ciervos se dirigen a las zonas
bajas y en muchos casos se
encuentran cercanos a
carreteras y núcleos
de población, como
se ha observado estos
días en las
númerosas fotos que
los propios vecinos cuelgan
en las redes sociales. Otras
especies como el corzo o el
rebeco parece que soportan
mejor las nevadas debido a
su menor tamaño y
mayor frugalidad.
Forraje seco
Ante esta
situación, algunos
pueblos de las comarcas de
la montaña central
leonesa han donado fardos
de forraje seco para que
fueran aportados a la fauna
silvestre. También los
agentes medioambientales
están prestando
más atención
en su servicio diario. En este
sentido, los agentes
denuncian que «estas
situaciones faciliatn la caza
furtiva debido a la
proximidad a lugares
cercanos a carreteras y la
dificultad de movimientos de
los animales».
También se han dado
casos de ciervos muy
debilitados que aparecen en
las carreteras, y es necesaria
la intervención de los
medioambientales. Se da el
caso de un ciervo que fue
recogido en una
instalación ganadera
por el titular de la
explotación, quien
traslado aviso para
entregarlo a los agentes,
pero a su llegada estos
constataron la muerte del
animal.
Tanto los propios
agentes medioambientales
como la Apafle recomiendan
que ante situaciones que
requieran el manejo de
especies silvestres, se
traslade aviso a
través del servicio
112 o directamente a ellos,
ya que «el manejo de
estas especies,
máxime si se
encuentran estresadas o
heridas, supone un serio
riesgo para las personas, por
lo que debe ser realizado por
personal que esté
especializado en estas
tareras», concluyen.